Una de las fotos que dejaron las protestas contra la reforma jubilatoria impulsada por Mauricio Macri en Argentina, en diciembre de 2017, estaba protagonizada por Sebastián Romero, militante del Partido Socialista de los Trabajadores Unificados (PSTU). En la imagen se lo ve con un mortero atado a un palo que apuntaba hacia los policías que defendían el Congreso, donde se trataba la norma que finalmente fue aprobada.
El ex precandidato a diputado nacional por el PSTU fue imputado por intimidación pública, daños y resistencia a la autoridad, entre otros delitos. Desde febrero de 2018 estaba vigente una orden de captura internacional contra él.
El militante había apelado esa orden, asegurando que era víctima de una persecución con fines políticos. “Estoy siendo perseguido como si fuera un terrorista porque fui parte de los miles que [...] resistimos en las calles contra el robo que estaban haciéndoles a los jubilados”, dijo en una carta difundida recientemente y citada por el diario Página 12.
El argentino fue detenido en el Chuy este fin de semana, tras una investigación conjunta de Interpol y las policías de Uruguay y Argentina. La detención fue celebrada por quien entonces era la ministra de Seguridad de Argentina, Patricia Bullrich, quien dijo que Romero fue “uno de los tantos violentos que apedrearon el Congreso” y “será juzgado por las agresiones”. “Felicito a las fuerzas por el trabajo”, concluyó.