Al mismo tiempo que las manifestaciones antirracistas continuaban en numerosas ciudades de Estados Unidos y en varias ciudades europeas, en repudio al asesinato de George Floyd, perpetrado por policías de Minneapolis, el ex presidente estadounidense Barack Obama dio un discurso que fue transmitido en vivo por redes sociales, en el que dijo que las actuales movilizaciones reflejan un “cambio de mentalidad” en la sociedad de su país.
Al comienzo de su alocución Obama se dirigió a los jóvenes negros, quienes han estado en la primera línea de las protestas, y los alentó a continuar su lucha para garantizar los cambios que piden, al tiempo que expresó que, a su entender, las actuales movilizaciones no son comparables a las que tuvieron lugar en 1968, luego del asesinato del líder social Martin Luther King, porque “hay algo diferente” en el movimiento actual. “Miras estas protestas [las actuales] y ves una muestra mucho más representativa de la diversidad de Estados Unidos en las calles, [personas] protestando pacíficamente, que se han sentido llamadas a hacer algo. Eso no existía en la década de 1960, esta coalición tan amplia”, destacó el político demócrata, quien estuvo al frente de la Casa Blanca entre 2009 y 2017.
En su mensaje el ex presidente dijo que “aunque algunas protestas se vieron empañadas por el accionar de una ínfima minoría que generó hechos de violencia, la mayoría de los estadounidenses sigue pensando que las protestas están justificadas”, algo que “no habría pasado hace 40 o 50 años”. “Hay un cambio de mentalidad que está sucediendo, un reconocimiento de que podemos hacer mejor las cosas”, opinó Obama, quien evitó sumarse a la ola de críticas que le dirigen desde muy variados frentes al presidente Donald Trump.
En cambio, Obama puso el foco en los jóvenes, particularmente en los negros, a quienes envió un mensaje esperanzador, a pesar de la triste realidad marcada, una vez más, por el asesinato de un ciudadano a manos de la Policía, básicamente por su color de piel. “Espero que [los jóvenes] se sientan esperanzados al mismo tiempo que enojados, porque tienen el poder de cambiar las cosas. Han comunicado un sentido de urgencia que es de lo más poderoso y transformador que he visto”, afirmó.
Además, llamó a votar: “He estado viendo que en internet se está dando una dicotomía entre votar o protestar, pero no son cuestiones opuestas, sino que hay que hacer ambas cosas”. Obama recordó que muchos de los grandes cambios históricos en el país “se produjeron gracias a los jóvenes” y recordó que tanto Martin Luther King como el líder campesino César Chávez y como Malcolm X eran jóvenes cuando lanzaron su lucha a las calles, al igual que las líderes del movimiento feminista o los impulsores de los derechos de la comunidad LGTBQ.
El ex mandatario de 58 años de edad expresó también que “no se puede erradicar 400 años de racismo de golpe”, por lo que quizá no sea realista esperar un “cambio radical”, pero las protestas han sido “una oportunidad increíble para que mucha gente despierte” ante las desigualdades que afectan a muchos negros y latinos en ese país.
Paralelamente, en el ámbito judicial este miércoles el fiscal general del estado de Minnesota, Keith Ellison, endureció los cargos criminales contra Derek Chauvin –el ex policía de la ciudad de Minneapolis que fue grabado cuando asfixiaba con su rodilla a George Floyd, quien murió poco después– e incluyó en el caso a los otros tres ex policías que estuvieron presentes durante el operativo.
Ellison explicó en una conferencia de prensa que decidió elevar la acusación contra Chauvin al cargo de asesinato en segundo grado, luego de que fuera imputado el 29 de mayo de asesinato en tercer grado y de homicidio imprudente. “Presenté una demanda enmendada”, señaló el funcionario, según informaron medios estadounidenses. Explicó, además, que las pruebas disponibles sostienen “la acusación más fuerte de asesinato en segundo grado”.
El fiscal presentó también cargos criminales contra los ahora ex policías Tou Thao, J Alexander Kueng y Thomas Lane, presentes durante la detención de Floyd, por ayudar e instigar la acción criminal materializada por Chauvin. La demanda dirigida contra Chauvin fue reclasificada como “asesinato no premeditado”, un cargo más grave que el presentado en primera instancia, que conlleva penas de hasta 40 años de prisión.
Los otros tres oficiales que lo acompañaron, quienes también fueron dados de baja de la Policía, fueron procesados como presuntos cómplices, de acuerdo con la denuncia presentada por la Fiscalía.