Mientras en la ciudad de Houston, en el estado de Texas, este martes tendrá lugar el entierro de George Floyd, el ciudadano afroestadounidense de 46 años de edad asesinado el 25 de mayo en Minneapolis por Derek Chauvin, un policía blanco, el Partido Demócrata presentó este lunes un ambicioso plan que pretende responder a la ola de indignación y rechazo generada por el mencionado crimen con la implementación de una profunda reforma policial. El proyecto de ley, de acuerdo a lo que informó la cadena BBC, se presentó luego de que legisladores de Minneapolis prometieran refundar el Departamento de Policía de esa ciudad del norteño estado de Minnesota.
Al presentar la iniciativa, la líder demócrata en el Congreso, Nancy Pelosi, expresó que la propuesta de su bloque pretende ser “una ley que cambiará las cosas. El martirio de George Floyd generó un cambio en el mundo”. En el momento de presentar el proyecto además de Pelosi estuvieron presentes otras prominentes figuras del partido que hoy está en la oposición, como el líder demócrata en el Senado, Chuck Schumer, y los representantes afroestadounidenses y progresistas del denominado Caucus Negro del Congreso. Pelosi leyó los nombres de los hombres y mujeres afroestadounidenses que murieron a manos de la Policía en los últimos años, y luego todos permanecieron en silencio durante ocho minutos y 46 segundos, el lapso de tiempo que Chauvin presionó su rodilla sobre el cuello de Floyd hasta ocasionarle la muerte por asfixia.
El proyecto impulsado por los demócratas, que formalmente tiene el nombre de Ley de Justicia en las Tácticas Policiales, prevé varias medidas que reformarían profundamente el accionar de los funcionarios de la Policía en todo el territorio estadounidense. Entre otros puntos, la nueva normativa obligaría a los policías federales a utilizar cámaras tanto en sus cuerpos como en los patrulleros, se prohibirían las técnicas de estrangulamiento, cuyo uso es generalizado en los procedimientos de detención de personas sospechosas de haber cometido crímenes, y además se eliminarían las órdenes de allanamiento de viviendas sin tocar a la puerta, una táctica que usaron los policías que en marzo acribillaron a balazos a la afroestadounidense Breonna Taylor, en un operativo en la ciudad de Louisville, en el estado de Kentucky, en medio de un tiroteo dentro de la casa.
Además, la nueva ley facilitaría responsabilizar a los agentes de policía por violaciones de derechos civiles, algo que con la actual normativa es muy difícil de hacer, y establecería la creación de una base de datos nacional de mala conducta policial. La ley propuesta por los demócratas convertiría el linchamiento en un delito federal, limitaría la venta de armas militares a la Policía y otorgaría al Departamento de Justicia la autoridad para investigar a policías locales y estatales ante evidencias de malas prácticas en un Departamento de Policía.
De todas maneras, es poco probable que esta ley se apruebe: si bien los demócratas tienen la mayoría en la Cámara de Representantes, son minoría en el Senado, que es dominado por los republicanos, quienes presumiblemente no apoyarán la iniciativa de sus rivales políticos, más allá de que puedan contar con algún apoyo puntual.
El último adiós a Floyd
Este lunes en Houston comenzó la última fase del funeral de George Floyd antes de su entierro, que se realizará este martes y será transmitido en directo por televisión. La agencia de noticias Efe informó que cientos de personas se reunieron en la iglesia The Fountain of Praise (“La fuente de la alabanza”) para despedir a Floyd, incluyendo a familiares, amigos y personalidades políticas, además de centenares de ciudadanos.
Según se supo, todos los gastos del fastuoso funeral, que incluyó un féretro totalmente bañado en oro, fueron pagados por el ex campeón mundial de boxeo Floyd Mayweather, quien concurrió al lugar para presentar sus condolencias a la familia. Durante la ceremonia y por motivos de seguridad debido a la pandemia de coronavirus, sólo se permitió el ingreso de 15 personas por turno, por lo que la ceremonia se extendió por largas horas, en medio de un clima de congoja y frustración.