João Pedro Mattos Pinto, de 14 años, murió después de recibir un disparo en las costillas cuando estaba dentro de la casa de sus tíos, en una favela, durante una operación de la Policía militar. Herido, fue trasladado a un helipuerto sin que se informara a la familia, que tardó casi 20 horas en encontrar el cuerpo, cuando ya se le estaba haciendo la autopsia.

La Policía asegura que la operación era para cumplir las órdenes de prisión de varios traficantes de la comunidad de Salgueiro, pero estas no fueron ejecutadas. Tampoco pudieron justificar por qué dispararon contra la casa donde estaban sólo el adolescente y sus tíos, que recibió el impacto de 70 balazos. Por último, no hay una versión oficial sobre el traslado del cuerpo.

Esto ocurrió el 18 de mayo, pero recién la semana pasada se conocieron los primeros avances de la investigación y fueron suspendidos tres de los policías que participaron en el operativo. Este domingo, unas 500 personas protestaron frente a la sede del gobierno de Río de Janeiro, del que depende la Policía militar. La movilización duró casi una hora, durante la cual los manifestantes estuvieron rodeados por la Policía, que argumentaba que tenía que garantizar el distanciamiento social entre los participantes. Una vez terminada la protesta, los policías dispararon balas de goma y lanzaron bombas de estruendo. La cadena O Globo captó la imagen de un policía apuntando a la cabeza de uno de los manifestantes, quien, desarmado, tiene los brazos abiertos.