El presidente estadounidense Donald Trump instó a los gobernadores a “dominar” las manifestaciones callejeras que se están registrando desde hace una semana en numerosas ciudades del país en protesta por el asesinato de George Floyd a manos de la Policía, y afirmó que, en caso contrario, sacará a los militares a la calle para detener las movilizaciones.

Este lunes, en una comparecencia ante los medios en la Casa Blanca, el mandatario dijo que las manifestaciones violentas en reacción a la muerte de Floyd –que en algunos casos devinieron en saqueos y otros hechos violentos– deben terminar, y agregó que si los gobernadores no pudieran poner fin a la violencia, enviaría a los militares “para hacer el trabajo por ellos”.

De acuerdo a lo que consignaron medios estadounidenses, el líder republicano manifestó estar del lado de los ciudadanos, “asqueados y rebelados” por la muerte de Floyd, pero basó la mayor parte de su discurso en las medidas represivas que adoptaría si las movilizaciones callejeras no se detienen. “Si una ciudad o estado se niega a tomar las medidas necesarias para defender la vida y la propiedad de sus residentes, entonces desplegaré el Ejército de los Estados Unidos y resolveré rápidamente el problema para ellos”, aseveró Trump en tono desafiante.

El mandatario se refirió, además, a los hechos de violencia acontecidos durante el fin de semana en la ciudad de Washington, a los que calificó de “actos de terror, de la destrucción de la vida pacífica y el derramamiento de sangre contra la humanidad”.

De acuerdo a lo que informó The New York Times –según un audio al que tuvo acceso, de una conversación entre Trump y algunos gobernadores–, el mandatario se manifestó en duros términos; exigió mano dura contra quienes atenten contra la propiedad privada, y advirtió a los gobernadores que quedarían como unos “idiotas” ante la opinión pública si no lo hacen.

“Hay que dominar”, dijo Trump a los gobernadores en la llamada. “Si no dominas, estás perdiendo el tiempo: te van a atropellar, te verás como un montón de idiotas”.

“Hay que arrestar a las personas, juzgarlas, y tienen que ir a la cárcel por largos períodos de tiempo”, agregó Trump, que en pleno año electoral, además de estar teniendo que afrontar la enorme crisis sanitaria y económica causada por la pandemia de coronavirus, ahora se encuentra en un nuevo brete generado por el estallido social, que tiene como origen el racismo profundamente arraigado en vastos sectores de la sociedad estadounidense, muchos de ellos plenamente identificados con el discurso del mandatario.