Con la pandemia de coronavirus atravesando de forma ineludible la realidad política del mundo, las elecciones presidenciales estadounidenses que se realizarán el próximo 3 de noviembre será una de las fechas más importantes del año. En ellas se decidirá si el actual mandatario republicano Donald Trump o su oponente demócrata Joe Biden presidirán el país en el próximo período de gobierno.
Aún con la herida abierta que dejó la denominada trama rusa –la presunta injerencia de agentes informáticos de Moscú en las elecciones realizadas en el año 2016 para favorecer a Trump en desmedro de Hillary Clinton, cuestión que no terminó de ser laudada– los principales referentes del Partido Demócrata en el Congreso exigieron este lunes una sesión urgente con el FBI para que informe a los legisladores sobre una presunta campaña extranjera de desinformación para interferir en las elecciones, de acuerdo a lo que informó la agencia AFP.
La líder de la cámara baja, Nancy Pelosi y el líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, además de otros legisladores, informaron que alertaron al director del FBI, Chris Wray, sobre graves amenazas externas con vista a los comicios.
Los dirigentes expresaron estar muy preocupados porque el Congreso “parece ser el objetivo de una campaña concertada de interferencia extranjera que busca difundir desinformación para influenciar la actividad legislativa, el debate público y la elección presidencial de noviembre”. Es por ello que los legisladores entienden que es absolutamente necesario que el FBI entregue a los integrantes del Congreso un informe al respecto antes de fin de mes, que será cuando comience el receso parlamentario estival.
Los legisladores no dieron detalles sobre la amenaza, pero indicaron que sí brindaron esa información al FBI. Durante los últimos meses, varias fuentes de inteligencia afirmaron que hay indicios de intentos de interferir en la campaña presidencial estadounidense, específicamente con difusión de noticias falsas en las redes sociales provenientes de Rusia, China e Irán.
También en plena campaña electoral el presidente Trump anunció este lunes durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca que piensa mandar fuerzas federales de seguridad a Chicago, Nueva York y otras ciudades para reprimir manifestaciones, tras la polémica que se dio en Portland, capital del estado de Oregon. Allí, muchas grabaciones de video revelaron que integrantes de estas fuerzas federales, vestidos con indumentaria camuflada pero sin ningún tipo de identificación, realizaron detenciones arbitrarias, además de cometer otros excesos contra manifestantes en varias jornadas de protesta.
Esto llevó a que, al mismo tiempo que Trump definía la gestión de estas fuerzas en dicha ciudad del extremo oeste del país como un “fantástico trabajo”, las autoridades del estado presentaran el fin de semana una demanda contra el gobierno para evitar los arrestos de ciudadanos por parte de los agentes enviados por el mandatario.