Los partidos que conforman la coalición que respalda el gobierno de Sebastián Piñera, Chile Vamos, evalúan qué pasos seguir después de que varios de sus diputados votaran en contra de la posición del Poder Ejecutivo.
El gobierno sufrió una dura derrota el miércoles, cuando la Cámara de Diputados aprobó en la votación una reforma que permite a los chilenos retirar de forma anticipada 10% del capital individual acumulado en las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP). Una semana antes la iniciativa había sido aprobada en general en la misma cámara, y en ambas ocasiones contó con los votos de la oposición y de 13 diputados oficialistas.
Estos respaldos oficialistas llegaron pese a que el gobierno hizo varias gestiones para impedir la aprobación de la iniciativa, a la cual se opone junto a las propias AFP y el sector privado. La oposición, impulsora del proyecto, señala que los chilenos deben poder acceder a sus propios aportes para enfrentar la crisis económica, agravada por el parate de la actividad por el coronavirus.
El gobierno argumenta que estos retiros debilitarán a las AFP y recuerda que hay una reforma pendiente de tratamiento en el Congreso, aspectos que, considera, ponen en riesgo la estabilidad del sistema de pensiones a futuro. “Es una solución a corto plazo que no se hace cargo de cuál es el efecto en las pensiones del mañana”, dijo en varias ocasiones el ministro de Hacienda, Ignacio Briones.
La propuesta legislativa, que pasó al Senado, cuenta con un fuerte respaldo popular y el martes por la noche se escucharon caceroleos y gritos de respaldo en las calles de Santiago y otras ciudades del país, que se repitieron el miércoles tras la aprobación de la norma.
Piñera intentó diezmar ese apoyo impulsando un plan de rescate para la clase media. Lo presentó antes de la primera votación en Diputados: un programa de préstamos con bajos intereses sin necesidad de garantías. Antes de la segunda votación, el miércoles, el presidente dijo que había “escuchado con atención el mensaje de la gente” y que el plan había sido insuficiente. Por eso, incorporó la entrega de un bono no reembolsable de hasta 630 dólares a los trabajadores que tuvieran ingresos mensuales de hasta 1.900 dólares y “hayan sufrido significativas caídas en esos niveles de ingresos” a raíz de la pandemia.
Pero ni esa ni las otras gestiones que hizo el gobierno evitaron que 13 diputados de la coalición Chile Vamos votaran a favor de la iniciativa. “Trabajamos muy intensamente para poder convencer a nuestra coalición; lamentablemente, no pudimos convencerlos a todos”, reconoció el ministro del Interior, Gonzalo Blumel. Este viernes empieza el debate en comisiones en el Senado y cinco senadores oficialistas dijeron públicamente que todavía no definieron si seguirán la directriz del Ejecutivo.
En este contexto, los partidos que integran la coalición mantuvieron este jueves varias reuniones de urgencia, algunas de ellas con integrantes del Ejecutivo, para definir los pasos a seguir. La Unión Demócrata Independiente decidió rápidamente enviar a los cinco diputados que votaron a favor del proyecto a su órgano disciplinario, llamado Tribunal Supremo.
Las autoridades de otras formaciones ponen en duda que esa sea la mejor postura, al considerar que puede transformar en definitiva una distancia entre el gobierno y las bancadas de Chile Vamos con respecto a un proyecto de ley puntual que se vota en una situación excepcional. Se espera que la polémica continúe en los próximos días, en la medida en que el proyecto avance en la cámara alta.