En el marco de la megacausa por violaciones a los derechos humanos cometidos en el ámbito del Primer Cuerpo del Ejército, vinculada a delitos de lesa humanidad en el centro de detención Automotores Orletti, en el barrio de Floresta, en la ciudad de Buenos Aires, el juez Daniel Rafecas logró identificar otro inmueble ubicado en la misma manzana que también habría sido utilizado como lugar de detención clandestino.

Rafecas, de acuerdo a lo que informó la agencia Télam, dispuso la “prohibición de innovar” en el lugar para que no haya alteraciones, además de ordenar un registro fílmico y fotográfico del sótano de la vivienda, que es actualmente una casa de familia. En el lugar hay un pequeño sótano en el cual habrían sido alojadas personas secuestradas, según testimonios brindados en la causa penal. En diálogo con la radio AM 750, Rafecas consideró que el hallazgo es “un descubrimiento muy importante”.

El juez explicó que el lugar se identificó “gracias a un trabajo en conjunto con el Equipo Argentino de Antropología Forense y testimonios de las víctimas del terrorismo de Estado”. Además, fue clave para el descubrimiento una serie de documentos desclasificados por el gobierno de Estados Unidos sobre la última dictadura, que llegaron al juzgado de Rafecas, donde se hacía mención precisa al domicilio ahora identificado.

El magistrado consignó que el centro clandestino “funcionaba como una casa orgánica de la Secretaría de Inteligencia (SIDE) en la época de la dictadura donde estuvieron cautivos, torturados y luego desaparecidos”. El juez agregó que se está haciendo una serie de citas testimoniales y de reconocimiento de muchas víctimas que pasaron por el lugar, que luego de ser alquilado por la SIDE fue vendido a una familia en 1977.