Mediante un mensaje en su cuenta de Twitter, el presidente estadounidense, Donald Trump, sugirió este jueves que sería oportuno postergar las elecciones presidenciales fijadas para el martes 3 de noviembre. “Con el voto por correo universal (no el voto por ausencia, que es bueno), 2020 será la elección más INEXACTA y FRAUDULENTA en la historia. Sería una gran vergüenza para Estados Unidos. ¿¿¿Retrasar las elecciones hasta que la gente pueda votar adecuadamente, con seguridad???”, se puede leer en el mensaje publicado por el líder republicano, que, de acuerdo a todas las encuestas, a las que él califica de noticias falsas, está al menos diez puntos por detrás del postulante demócrata, Joe Biden.

En otro tuit, publicado unos minutos antes, Trump había expresado: “Los demócratas hablan de influencia extranjera en la votación, pero saben que la votación por correo es una manera fácil para que los países extranjeros entren en la carrera. ¡Incluso más allá de eso, no hay un conteo exacto!”.

De todas maneras, de acuerdo a lo que informaron medios estadounidenses, las posibilidades de que las elecciones cambien de fecha son nulas, porque la Constitución estadounidense especifica que esa acción sólo puede ser llevada adelante en el Congreso, cuya Cámara de Representantes es dominada por los demócratas.

La sugerencia del mandatario causó un amplio rechazo en el sistema político estadounidense, tanto en filas republicanas como demócratas. Por ejemplo, el líder de la mayoría en el Senado, el republicano Mitch McConnell, dijo en una entrevista a un canal de televisión de Kentucky que la fecha de las elecciones estaba “fijada en piedra”. Otro senador republicano, Marco Rubio, expresó respecto del tuit de Trump: “Ojalá no hubiera dicho eso, pero no va a cambiar: vamos a tener elecciones en noviembre”. Por su parte Lindsey Graham, quien luego de ser su detractor se transformó en los últimos años en un fiel aliado del mandatario, expresó a la cadena CNN que no creía que el tuit de Trump sobre las elecciones fuera “una idea particularmente buena”.

Como era de esperar, desde filas demócratas las críticas a la sugerencia del mandatario fueron más duras aún. La representante opositora Zoe Lofgren, que preside el comité de la cámara que supervisa la seguridad electoral, rechazó de plano la idea de un cambio de fecha y recordó que “únicamente el Congreso puede cambiar la fecha de nuestras elecciones”, de acuerdo a lo que informó la agencia de noticias Reuters. Logfren agregó que “bajo ninguna circunstancia consideraremos hacerlo para dar cabida a la respuesta inepta del presidente a la pandemia de coronavirus, o para dar crédito a las mentiras y la información errónea que difunde con respecto a la forma en que los estadounidenses pueden emitir sus votos con seguridad”. Por su parte la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata, Nancy Pelosi, se limitó a tuitear la parte de la Constitución estadounidense que establece: “El Congreso puede determinar el momento de elegir a los electores y el día en que emitirán sus votos”.