En la noche de este lunes comenzó a celebrarse de manera virtual en virtud, de la pandemia de coronavirus, la convención del Partido Demócrata de Estados Unidos, en la que se proclamará oficialmente a Joe Biden como candidato del sector en las elecciones del 3 de noviembre, en las que la oposición espera impedir un nuevo mandato del republicano Donald Trump.

Las multitudes bulliciosas, la parafernalia partidaria y todas las extravagancias que suelen verse en las convenciones finales de los grandes partidos políticos del país no serán parte de la carrera electoral de este año, atravesada completamente por la pandemia de coronavirus, que tiene precisamente al país del norte como el más afectado del mundo.

Planeada inicialmente para ser realizada ante miles de militantes enfervorizados en el Fiserv Forum de la ciudad de Milwaukee, en el estado de Winsconsin, la convención pasó a tomar el formato de un programa de televisión de dos horas en horario central –de las 21.00 a 23.00 del horario del este de Estados Unidos– que se extenderá hasta el jueves de noche, cuando el postulante de 77 años de edad acepte la designación a la que se llegó luego de las elecciones primarias.

Durante la convención darán discursos todos los precandidatos y las principales figuras del partido –algunos lo harán en vivo y otros mediante videos grabados con antelación–, y entre ellos se anuncia que hablarán para pedirles el voto a los ciudadanos los ex presidentes Barack Obama y Bill Clinton; la ex primera dama Michelle Obama; la ex secretaria de Estado y ex candidata a la presidencia Hillary Clinton; los senadores Bernie Sanders y Elizabeth Warren; la legisladora Alexandria Ocasio-Cortez y la presidenta de la cámara baja, Nancy Pelosi. Obviamente el último en hablar será Biden, pero inmediatamente antes lo hará quien él eligió para ser su candidata a la vicepresidencia, la senadora californiana Kamala Harris.

Además, habrá numerosos espectáculos musicales, entre los que se destacan la participación del reconocido cantante y compositor John Legend y de la estrella adolescente Billie Eilish. Sin la muchedumbre vivando o silbando los discursos, sin el omnipresente papel picado, sin globos y sin personajes disfrazados, la convención demócrata de este año –que precederá en una semana a la del Partido Republicano– también tendrá la particularidad de que, más allá de las diferencias internas que existen, encontrará a los demócratas bastante alineados, con la firme convicción de poder sacar a Trump de la Casa Blanca. En este sentido es significativo marcar que Sanders, quien finalizó segundo en las primarias detrás de Biden, logró incluir algunas de sus ideas dentro del programa partidario, que de acuerdo a analistas políticos estadounidenses puede ser definido como el más progresista de la historia reciente del país.

“Trump tiene que ser derrotado y Joe Biden, elegido. Y el día que sea elegido haremos todo lo posible para crear un gobierno que funcione para todos y no solo para el 1%”, afirmó Sanders durante el fin de semana, en una muestra elocuente del respaldo del veterano senador al líder del partido.

Si bien todas las encuestas de intención de voto vienen mostrando adelante a Biden, un sondeo difundido la noche del domingo por la cadena CNN encendió las luces de alarma para los demócratas, ya que de acuerdo a este estudio la ventaja del opositor sobre Trump se redujo a apenas cuatro puntos porcentuales, 50% contra 46%, justo sobre el margen de error del estudio. De todas maneras, en tiendas demócratas se confía en que el enorme desgaste que Trump sufrió en los últimos meses termine significando un triunfo en las elecciones de noviembre.

Apple TV, Amazon TV y Youtube, además de varios canales de televisión por cable, emitirán en vivo la convención demócrata todas las noches. Pero la atención mediática estará disputada, porque Trump, a pesar de que está de luto por el fallecimiento el sábado de su hermano menor, Robert, anunció que emitirá discursos en los mismos horarios que las principales figuras demócratas, para intentar interferir en la convención opositora.