La oficina en Colombia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) manifestó este lunes en un comunicado su “enérgica condena” ante “la masacre de ocho jóvenes en el municipio de Samaniego [...], así como por los demás hechos violentos que han ocurrido en las últimas semanas en diferentes regiones”. Se trata de una serie de matanzas que recuerda a aquellas que durante décadas sufrieron los habitantes de zonas rurales en el marco del conflicto armado en el país.

El comunicado se refería al caso de ocho jóvenes que estaban reunidos el sábado en una casa, en una zona rural del departamento de Nariño, cuando fueron asesinados a tiros, informó la agencia de noticias Efe. Más temprano, una adolescente murió tiroteada en esa misma zona.

Unos días antes, en Cali, desconocidos mataron a cinco adolescentes que eran amigos del barrio y habían salido juntos. Según una misión de la Organización de Estados Americanos de apoyo al proceso de paz colombiano, líderes locales habían advertido sobre prácticas de reclutamiento forzado por parte de grupos armados en ese lugar.

La semana pasada, Iván Duque, el presidente colombiano, condenó “profundamente” esta matanza y dijo que dispuso que el Ministerio de Defensa hiciera un seguimiento específico de lo que había ocurrido en Cali.

A estos asesinatos se suman otros, que en algunos casos fueron atribuidos a paramilitares de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, uno de los grupos armados que operan en el país, en particular en el departamento de Nariño. La organización Human Rights Watch había advertido que esta organización viene cometiendo en ese lugar distintos tipos de abusos contra la población civil.

“La ocurrencia de masacres en el país manifiesta el altísimo grado de crudeza con que los actores armados ilegales se encuentran disputándose los territorios para someter a la población civil a regímenes arbitrarios de violencia”, manifestó la Defensoría del Pueblo. A su vez, la Oficina en Colombia del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos informó que en lo que va del año documentó 33 masacres y todavía “restan siete por documentar”.

La ONU llamó a las autoridades de Colombia a desmantelar a “las organizaciones criminales y sus redes de apoyo”, en particular en las “zonas más vulnerables y afectadas por el conflicto” armado.