En Perú rige desde fines de junio un toque de 22.00 a 4.00, y están prohibidas las reuniones familiares y sociales. Sin embargo, este sábado se realizó, en ese horario, una fiesta clandestina en el barrio Los Olivos, en Lima. En el local, llamado Thomas Restobar, se reunieron unas 120 personas. Los vecinos llamaron a la Policía para denunciar la situación y, cuando esta concurrió, se generó una avalancha. Los asistentes intentaban salir por la única salida, a la que se accede a través de una escalera. “Por la desesperación por salir quedaron atrapados”, indicó el comandante general de la Policía, Orlando Velasco. La Policía logró sacar las puertas ‒que abrían hacia adentro‒, permitiendo una salida más fluida de la gente, pero 13 personas fallecieron por asfixia, dos de ellas en el lugar.

La Policía aclaró este domingo que su actuación no fue la responsable de la avalancha y rechazó las versiones de vecinos que decían que se había recurrido a bombas lacrimógenas y armas de fuego. “La Policía en ningún momento actuó generando el temor de los participantes de esa reunión”, aseguró el ministro del Interior, Jorge Montoya.

El operativo terminó con 22 personas detenidas por haber participado en una actividad prohibida en el marco de las restricciones por la pandemia. A todos ellos, así como a los más de 50 policías que participaron en el operativo, se les hizo test de coronavirus. Este domingo se supo que 15 de esos test tuvieron resultado positivo.

También fueron detenidos, este domingo, dos personas que figuran como propietarias de la discoteca. “Se están haciendo las diligencias correspondientes a estos procesos”, agregó Montoya.

El presidente, Martín Vizcarra, se refirió a lo sucedido: “Todo el trabajo que hacemos para combatir al virus se va por la borda si tenemos gente irresponsable que actúa de esa manera [...], pido el máximo castigo a los responsables de lo sucedido ayer en la discoteca”, dijo el mandatario.

Varios de los ministros también se refirieron al hecho, señalando a los propietarios del lugar como responsables de lo sucedido. La ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, Rosario Sasieta, consideró que los organizadores de la fiesta y los dueños del local deben ser acusados de homicidio porque “las puertas de esas discotecas nunca debieron ser abiertas”, indicó la agencia de noticias Efe.

El ministro de Defensa, Jorge Chávez, fue un poco más lejos y pidió que no se exima de responsabilidades a quienes “van en contra de la ley con fines de lucro”. “No podemos ni debemos permitir que actos de esta naturaleza sigan ocasionando pérdidas humanas”, sentenció.