Muchas repercusiones están generando en Argentina las medidas adoptadas por el Banco Central conjuntamente con el Ministerio de Economía y la Comisión Nacional de Valores para limitar la compra de dólares, medidas que pretenden contener la fuerte fuga de reservas de la moneda estadounidense que está padeciendo a diario la autoridad monetaria del vecino país.

El martes, el presidente del Banco Central, Miguel Pesce, dijo que la AFIP –entidad que cumple una función similar a la de nuestra Dirección General Impositiva– impondrá un anticipo de 35% del Impuesto a las Ganancias o a Bienes Personales para la compra del dólar ahorro y que los gastos con tarjeta en moneda extranjera se harán a cuenta del cupo permitido en la actualidad, que va hasta los 200 dólares mensuales.

Pesce explicó que las medidas adoptadas buscan “transparentar el mercado de títulos” y “tratar de normalizar el mercado de cambiario”, sacudido por fuertes “distorsiones por maniobras especulativas en el mercado de títulos y la demanda de dólares ahorro en el mercado oficial”.

De acuerdo a lo que informó Ámbito Financiero, los cambios impulsados por el Ejecutivo que encabeza el presidente Alberto Fernández forman parte de una batería de medidas que incluirán, también, límites en la compra de dólares por parte de las empresas para cancelar deudas, mayores exigencias para la apertura de cajas de ahorro en moneda extranjera, y facilidades para vender dólares por pesos a través de operaciones en el mercado de bonos y acciones.

Este martes, durante la presentación del Plan Nacional de Conectividad (Conectar), el mandatario argentino defendió la medida. “Tenemos una lógica de la economía que ya no promueve más la especulación y quiere que el dólar deje de ser un mecanismo de especulación, una variable para que algunos acumulen dólares, en un país donde hacen falta para producir, no para guardar”, dijo Fernández, de acuerdo a lo que informó la agencia Télam.

Por su parte, la economista Julia Estrada, en diálogo con el programa radial La Mañana, que conduce Víctor Hugo Morales, dio su visión sobre el alcance de las medidas. “El anuncio tiene que ver con un nuevo control de cambio sobre los ya existentes. El Impuesto País sigue, lo que se aplica es un nuevo control. Quienes paguen Ganancias, en su declaración a fin de año, podrán pedir el reintegro, pero quienes no lo hagan tendrán que pagar el impuesto de la AFIP al momento de la compra”, explicó. “La medida refleja una necesidad muy fuerte del Estado de dejar de perder 150 millones de dólares por día de las reservas del Banco Central. Es un lujo que en esta pandemia el Banco Central no se puede dar”, dijo la economista, cuyas declaraciones fueron consignadas por Página 12.

Estrada explicó además que la compra de dólares va a seguir teniendo el cupo de 200 por mes, pero en lugar de valer 80 pesos argentinos, ahora cada dólar costará 130 pesos. “Históricamente, siempre fue un millón de personas por mes las que compraban dólares. En la pandemia pasaron a ser cuatro millones de personas. Esos cuatro millones de personas van poder seguir comprando, pero a un precio más caro”, dijo. “La duda para los que miramos la economía es saber si con esta decisión se resuelve el problema de la demanda de dólares”, indicó la economista.

La medida obviamente fue criticada desde varios frentes. Camilo Tiscornia, titular de la consultora C&T Asesores Económicos, dijo a The Associated Press que el efecto de la decisión adoptada por el Ejecutivo de Fernández “es muy de corto plazo” para atajar la pérdida de divisas “y no ataca las causas de fondo”, que son la desconfianza de los inversores en Argentina y su desinterés por ingresar dólares al país. Según explicó el economista, cuyas declaraciones fueron relevadas por el portal de noticias Infobae, el gobierno se vio obligado a aplicar más restricciones preocupado por la disminución de las reservas del Banco Central, pero esos “controles impiden que ingresen capitales en un contexto como este, de tasas de interés internacionales bajas que favorecerían y cubrirían financiamiento para Argentina”, luego de que el país logró cerrar en forma exitosa el canje de deuda externa con sus acreedores.

Por su parte, Martín Redrado, quien fue presidente del Banco Central argentino entre 2004 y 2010, dijo que “esto es un golpe a la posibilidad de un rebote de la economía” y “no genera más oferta de divisas”.

Otros economistas cuestionaron las medidas adoptadas porque entienden que incrementarán el valor del dólar que se vende en el mercado ilegal, el denominado dólar blue, produciendo más distorsiones. Al mismo tiempo, las nuevas políticas obligarán a las empresas que han tomado deudas en el exterior a reprogramarlas.