Los casos de covid-19 en Argentina superaron este lunes los 488.000, con un aumento de 9.215 en las últimas 24 horas, y el número de muertes atribuidas a la pandemia llegó a un total acumulado de 10.129.

Pese al avance del coronavirus, el sistema de salud ha logrado atender la emergencia sanitaria sin desbordarse. Pero la Sociedad Argentina de Investigación Clínica (SAIC), integrada por científicos y médicos, hizo este lunes un llamado a la “responsabilidad ciudadana” y advirtió que existen señales de que la situación puede agravarse.

“Todo indica” que esta crisis sanitaria crecerá “en los próximos días y semanas”, y si el sistema sanitario no da abasto, “el número de muertes aumentará a niveles dramáticos”, manifestó la SAIC, en un comunicado citado por el diario Página 12. La letalidad de la enfermedad se mantenía este lunes en 2,1%, y la ocupación de camas de centros de terapia intensiva (CTI) alcanzaba un promedio de 61,8%. Sin embargo, la SAIC señaló que en algunas provincias, como Jujuy y Río Negro, las camas de cuidados intensivos están muy cerca de la ocupación total. Según las autoridades sanitarias, en los mencionados lugares el porcentaje alcanza 81%.

“El número de infectados ya ha superado los 10.000 casos diarios. Si tomamos en cuenta la velocidad de contagio y la tasa a nivel mundial y local, que ronda el 2%, lamentaremos la muerte de 200” personas por día, advirtieron los investigadores. Agregaron que el número de médicos “no puede incrementarse con la velocidad que la situación requiere”, que “muchos profesionales se han contagiado o han muerto” y que otros “están agotados” y se sienten “abandonados por el resto de la sociedad”.

La SAIC defendió la cuarentena, que genera reacciones de adhesión y rechazo entre los argentinos. “Todas las personas informadas involucradas en el área de salud sabemos que la cuarentena ha servido para reforzar fuertemente el sistema sanitario y que a eso se debe la baja mortalidad observada hasta ahora en nuestro país”, señalaron los investigadores. Llamaron a la “dirigencia política y a los medios de comunicación” a no difundir “mensajes irracionales y anticientíficos que lo único que logran es hacer creer a los ciudadanos que el problema no existe o que está superado”, y pidieron a todas las personas que usen tapabocas, que mantengan dos metros de distancia, se laven las manos con frecuencia y eviten las reuniones con personas que no sean las que habitan en su hogar.

Por el territorio

“Son muchas las provincias que están teniendo un número importante de casos”, y en 18 de ellas se detectó la circulación comunitaria del virus, dijo este lunes durante su conferencia de prensa diaria la secretaria de Acceso a la Salud del gobierno argentino, Carla Vizzotti.

Varios gobiernos provinciales aumentaron en estos días las medidas para intentar detener el avance de la pandemia. El gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, anunció este lunes un nuevo sistema para el conteo de casos de covid-19 en la provincia. Dijo que todas las personas que estén en contacto cercano con alguien que sufre la enfermedad serán consideradas portadoras del virus, informó Página 12. El objetivo de este cambio es determinar con rapidez quiénes pueden estar contagiados para evitar su circulación lo antes posible.

“Este es el momento álgido para el que nos venimos preparando”, dijo la ministra de Salud de la provincia, Sonia Martorano. Agregó que existe allí una “gran aceleración y contagiosidad” del virus en personas de 20 a 40 años, entre las cuales no se registraron muertes, mientras que entre los mayores de 70 años los casos son pocos, pero con una letalidad de casi 24%.

En Catamarca, en el noroeste del país, donde hay sólo 22 casos activos, el gobierno provincial decidió volver por una semana a la llamada fase 1 de la cuarentena, la más restrictiva, aunque seguirá permitiendo la actividad industrial y comercial. Las autoridades catamarqueñas tomaron esta decisión tres días después de flexibilizar las medidas preventivas, y lo hicieron debido a la aparición de cinco casos juntos y las sospechas de que otras 700 personas, que ya fueron aisladas, también se hayan contagiado.

En la ciudad de Buenos Aires, en cambio, el gobierno decidió habilitar la actividad gastronómica en terrazas, en mesas colocadas en la calle y otros espacios públicos. Antes sólo estaba permitida la venta de comida para llevar. La medida, adoptada por el jefe de gobierno Horacio Rodríguez Larreta, perteneciente al macrismo, fue criticada por el gobierno de la provincia de Buenos Aires, liderado por el kirchnerista Axel Kicillof. Los cuestionamientos apuntaron a las imágenes que circularon de la gente agolpada en esos espacios.

El gobierno que encabeza el ex ministro de Economía también criticó al intendente de Tandil, Miguel Lunghi, que anunció un decreto por el cual la ciudad se despegará del sistema de fases de cuarentena que se aplica en el resto del territorio bonaerense. “Vamos a estar independientes de la provincia”, dijo Lunghi, médico pediatra de 76 años de edad que pertenece a la Unión Cívica Radical y a la alianza Juntos por el Cambio, opositora al gobierno de Kicillof.

El intendente informó que Tandil aplicará sus propias medidas, con su propio asesoramiento científico, según cómo evolucionen en la ciudad los contagios, la ocupación de camas de CTI y otros indicadores. En total, ocho intendentes de Juntos por el Cambio reclamaron al gobierno de Kicillof mayor autonomía para modificar en sus ciudades las restricciones sanitarias.

“La verdad es que yo no sabía si estaba escuchando a un dirigente de la República de Chechenia, porque el decreto es un manifiesto separatista”, dijo el jefe de Gabinete bonaerense, Carlos Bianco. Agregó que, si el decreto se emite, Lunghi deberá enfrentar “consecuencias legales”.

En opinión de Bianco, la decisión de Lunghi busca rédito político, porque las fases que ahora rechaza el intendente fueron acordadas con todos los demás. El funcionario agregó: “Si va a declarar la independencia, que la declare completa y deje de depender de los recursos de la provincia”.