El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, reaccionó este martes a las críticas que generó el financiamiento del programa social Ingreso Ciudadano, anunciado por el mandatario para reemplazar a Bolsa Familia, un símbolo de los gobiernos del Partido de los Trabajadores (PT).
En una serie de mensajes publicados en sus redes sociales y consignados por los medios brasileños, el ex capitán ultraderechista destacó que la responsabilidad fiscal y el techo de gastos públicos son los caminos marcados desde el Ministerio de Economía, al tiempo que dijo estar abierto a las sugerencias de los líderes partidarios sobre los medios para financiar esta iniciativa, que Bolsonaro intentará que se apruebe en el Congreso en los próximos meses.
Bolsonaro se desmarcó de aquellos que dicen que ya está en campaña para ser reelecto en 2022 y dijo que el lanzamiento de este programa social nada tiene que ver con ello. “Mi creciente popularidad molesta a mis adversarios y a gran parte de la prensa, que dicen que cualquier acción mía tiene fines electorales. Si no hago nada dicen que estoy omiso, y si hago algo dicen que estoy pensando en 2022”, escribió el mandatario en uno de sus mensajes. También dedicó algunas palabras a los medios. “La prensa, que tanto apoyó la campaña de quedarse en casa, ahora no presenta opciones sobre cómo atender a los millones de personas que quedaron sin protección alguna”, afirmó.
Si bien la idea del presidente era no continuar con el programa Bolsa Familia –plan que hace posible que millones de familias brasileñas accedan a los insumos alimentarios básicos para su supervivencia–, los partidos de centro, que de hecho sostienen el mandato de Bolsonaro –quien actualmente no pertenece a ningún sector político–, lo presionaron para que cambie su idea.
En un intento de desligarlo del PT, el nuevo plan que el gobierno intentará que se apruebe en el Congreso se llamará Ingreso Ciudadano. De hecho, este plan será una especie de continuación del auxilio de emergencia que se entrega en Brasil a las personas que se vieron más afectadas por la pandemia de coronavirus. Se estima que actualmente reciben este beneficio 65 millones de personas. De acuerdo a la propuesta presentada el lunes, el Ingreso Ciudadano se financiará mediante tres fuentes de recursos: el presupuesto que ya estaba destinado a Bolsa Familia, parte del dinero que el Estado tiene en reserva para afrontar los juicios que suele perder con personas físicas o jurídicas, y una fracción del presupuesto del Fondo de Mantenimiento del Desarrollo de la Educación Básica, que es el principal mecanismo de financiamiento de la educación pública elemental en el país.
Tanto legisladores como integrantes del Tribunal de Cuentas criticaron, el mismo lunes, la idea de Bolsonaro porque implicaba recortes en otras reparticiones del Estado. Pero el mandatario hizo oídos sordos a estos planteos y aseguró que lo que pretende su gobierno “es anticiparse a los graves problemas sociales que pueden surgir en 2021”, al tiempo que aseguró que el auxilio de emergencia “no se puede dar para siempre”.
En defensa de la idea de Ingreso Ciudadano, Bolsonaro escribió: “Estoy pensando en 2021, porque hay millones de brasileños que perdieron sus trabajos e ingresos y dejarán de recibir el auxilio de emergencia a partir de enero”.
Según informó Folha de São Paulo, este martes, en la puerta del Palacio de la Alvorada –donde suele encontrarse con grupos de simpatizantes–, el presidente dijo que todo lo que el gobierno propone genera “críticas monstruosas” y resaltó que en caso de que no se haga nada, los partidos de izquierda podrán aprovecharse de los problemas sociales para “prender fuego a Brasil”.
Bolsonaro también dedicó algunas palabras al mercado financiero, al que le pidió que en lugar de críticas haga sugerencias sobre el financiamiento del plan, al tiempo que dijo que su sector también puede verse afectado en caso de que los impactos sociales de la pandemia no se reduzcan. “A la gente del mercado no le voy a dar una recomendación, pero si a Brasil le va mal, a todo el mundo le va a ir mal. Aquello de que estamos todos en el mismo barco está clarísimo en este momento: Brasil es uno solo. Si empieza a haber problemas, todos los vamos a padecer y los ingresos en el mercado van a ser menores. Nosotros lo que queremos, obviamente, es estar bien con todo el mundo, entonces les pido, por favor, que me ayuden con sugerencias, no con críticas”, sentenció el mandatario.