Bogotá, la capital colombiana, vivió en la madrugada del jueves una de sus jornadas más lúgubres en mucho tiempo. Cientos de personas salieron a manifestarse en varios barrios de la ciudad para protestar por el asesinato de Javier Ordóñez, un abogado de 45 años de edad, que murió a manos de la Policía en la madrugada del miércoles. Las protestas, que inicialmente fueron pacíficas, degeneraron en hechos de violencia que terminaron con la muerte a tiros de ocho personas, seis en la capital y dos en Soacha, un municipio situado en el departamento de Cundinamarca, muy cerca de Bogotá.

La circunstancia de la muerte de estas personas está siendo investigada por la Justicia, pero todo apunta a que fueron acribilladas por la Policía. Además de las muertes, se registraron centenares de heridos, tanto civiles como policías, además de cuantiosos daños materiales: fueron incendiados varios móviles policiales y unidades del transporte público. Mientras el esclarecimiento de los episodios está lejos de dilucidarse, el ministro de Defensa colombiano, Carlos Holmes Trujillo, dijo este jueves: “A través de redes sociales se han identificado perfiles que realizaron publicaciones en contra de la Policía. La tendencia de las publicaciones promovió la violencia contra servidores públicos, incitando a la ciudadanía a realizar acciones vandálicas y de violencia contra instalaciones y funcionarios de la Policía Nacional”. Según informó el diario bogotano El Tiempo, el funcionario del gobierno del derechista Iván Duque aseguró que en esas mismas redes se está promoviendo “justicia por mano propia dirigida a cometer todos esos actos”. “Promover la violencia contra servidores públicos es un delito”, aseguró el ministro, y dijo que “hay todo un movimiento detectado a través de las redes sociales que tiene ese propósito”.

En una línea diametralmente opuesta se expresó la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, perteneciente a la centroizquierdista Alianza Verde. De acuerdo a lo que informó el diario El Espectador, pidió a las fuerzas de seguridad no usar armas letales durante las manifestaciones y aclaró que nadie autorizó a la Policía a disparar durante los disturbios. “No se trata de casos de abuso policial; esto es un atentado directo a ciudadanos, a civiles, a jóvenes en su inmensa mayoría”, agregó.

La alcaldesa también aseguró entender la indignación y el dolor que causó la muerte de Javier Ordóñez en la comunidad. “Aquí está acumulada la frustración de personas jóvenes, de personas trans que son víctimas de abuso policial. Seis muertos no son casos aislados, 141 denuncias de abuso policial no son casos aislados”, aseguró la alcaldesa de la capital colombiana.

Si bien López afirmó que el problema de los abusos policiales no se arregla con más violencia, aseveró que hay evidencia del uso indiscriminado de armas de fuego letales contra la ciudadanía, por lo que le hizo una petición a Duque: “Señor presidente, tenemos evidencias, serias y sólidas, de uso de indiscriminado de armas de fuego por parte de la Policía anoche en Bogotá, atentando contra la vida de nuestros jóvenes. Seis muertos, señor presidente. Seis. Además del caso de Javier Ordóñez”.

La muerte de Javier Ordóñez y la palabra de Duque

El caso que desató las protestas de la madrugada del jueves fue el asesinato de Javier Ordóñez, padre de dos hijos de diez y 15 años, que se había producido 24 horas antes en la localidad de Engativá, en Bogotá. Ordóñez, que estaba en su casa con amigos y familiares tomando cerveza, salió a comprar más bebida cuando fue detenido por dos agentes policiales. Estos lo inmovilizaron y luego, como puede verse un video grabado por vecinos de la zona y ampliamente difundido en las horas posteriores a través de las redes sociales, comenzaron a aplicarle numerosas descargas con una pistola eléctrica Taser, un arma que es ampliamente utilizada por fuerzas policiales de muchas partes del mundo. Si bien este tipo de pistolas son consideradas no letales, puedan generar descargas eléctricas que afectan las funciones sensoriales y del sistema nervioso.

En el video se escucha cómo familiares y vecinos de Ordóñez les piden en reiteradas ocasiones a los policías que dejen de aplicarle electricidad al detenido. “Los estamos grabando, por favor, no le haga más”, dice uno de los testigos que se puede oír en la grabación, e incluso se puede ver cómo otro de los vecinos testigo de la escena es retirado por uno de los policías cuando intenta intervenir. Sin embargo, los policías no desistieron en su afán represivo y recién a los dos minutos cuando, llegó un tercer policía, esposaron a Ordóñez y se lo llevaron detenido. Ordóñez murió pocas horas después, en circunstancias que están siendo investigadas por la Justicia.

Tanto la muerte de Ordóñez como los episodios de violencia del jueves fueron abordados por el presidente en declaraciones que consignaron medios colombianos. “Quiero expresarle mis condolencias y mi solidaridad a la familia de Javier Ordóñez. En estas circunstancias, hemos buscado, a través de la cancillería, facilitar la llegada de sus seres queridos en vuelos humanitarios. Entendemos el dolor que tiene la familia, y quiero ser muy claro con ellos: estos hechos se van a investigar con total rigor y prontitud”, dijo el mandatario, quien agregó que la Fiscalía abrió una investigación con un fiscal delegado de derechos humanos y que está en curso una investigación interna en la Policía. Duque dijo también que la Fuerza Pública, al tener el monopolio del uso de la fuerza, debe conducirse de acuerdo con estándares muy altos y debe estar abierta al escrutinio de la ciudadanía. “Cuando se presentan hechos que desdicen ese estándar alto, tenemos cero tolerancia. Por supuesto, estos hechos deben individualizarse para que la investigación se conduzca con éxito y haya sanciones que sean entendidas por la ciudadanía”, comentó.

En ese sentido, el mandatario colombiano se refirió a los ciudadanos que fueron asesinados en medio de las protestas de la madrugada del jueves. “Nos duelen esos hechos de violencia, nos duelen también los más de 110 policías heridos. Estos hechos no deberían suceder, porque todos tenemos que rechazar cualquier forma de violencia. Nos duele porque son vidas enceguecidas”, añadió. “Todos condenamos los hechos de violencia, condenamos los hechos dolorosos que llevaron a la situación que vivió Javier Ordóñez, y urgimos para que se aclaren los hechos en los que murieron personas”, sentenció Duque.