La potencial vacuna contra el coronavirus que está desarrollando la empresa farmacéutica china Sinovac junto al Instituto Butantan, un reconocido centro de investigación de biología y biomedicina ubicado en la ciudad de San Pablo, se mostró segura en análisis clínicos realizados en China, de acuerdo a lo que informó este miércoles durante una conferencia de prensa el gobernador del estado de San Pablo, João Doria.

En el evento realizado en el Palacio de los Bandeirantes, sede del Ejecutivo estadual, comparecieron junto a Doria el presidente del Instituto Butantan, Dimas Covas, además del representante de Sinovac en América Latina, Xing Han, según informó la agencia Reuters.

“Los resultados de los estudios clínicos realizados en China mostraron un índice bajo de personas que presentaron afectos adversos y de baja gravedad, apenas 5,3%” de las personas que recibieron la vacuna, denominada Coronavac, explicó el gobernador.

De acuerdo al detalle, en el estudio realizado en territorio chino se administró la vacuna a 50.027 voluntarios, de los cuales solamente 5,36% presentó reacciones al fármaco. 3,08% de las personas que participaron en la investigación presentaron dolores en la zona donde se les aplicó la vacuna, 1,53% tuvieron síntomas de fatiga y 0,21% tuvieron fiebre moderada luego de ser vacunados.

Doria agregó, según consignaron medios brasileños, que “los efectos adversos de baja gravedad en una parte mínima de las personas son comunes en vacunas ampliamente utilizadas”. Como ejemplo el gobernador habló de la vacuna de la gripe, que es producida en Brasil por el Instituto Butantan y “que presenta efectos adversos poco nocivos”, como dolor en la zona donde fue aplicada, y remarcó que no más de 10% de las personas que se vacunan contra la gripe presentan reacciones adversas.

La expectativa es que los resultados sobre la eficacia de la vacuna Coronavac estén prontos para noviembre. En caso de que eso se confirme, el gobierno paulista realizará gestiones ante la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria para comenzar con el plan de vacunación masivo a partir de la segunda quincena del mes de diciembre.

“La seguridad y la eficacia son dos de los principales factores para comprobar si una vacuna está pronta para ser utilizada con emergencia entre la población. Somos muy optimistas con los resultados que la Coronavac viene presentando hasta el momento”, enfatizó Covas, máxima autoridad del Instituto Butantan, llamado así por estar ubicado en el barrio paulista de Butantã.

En este momento, además de en China, se están realizando pruebas en voluntarios en otros diez países.

El gobernador Doria dijo que espera que en el correr de octubre su estado reciba cinco millones de dosis de la vacuna que está elaborando en China. El acuerdo firmado por el gobierno paulista con el laboratorio Sinovac estipula la venta de 60 millones de dosis de la vacuna, cifra que se estima que se completará a fines de febrero del año que viene. Las autoridades sanitarias paulistas estiman que esa cantidad será suficiente para vacunar a la población del estado que desee ser inoculada.

Los primeros en ser vacunados, de acuerdo al plan que se está realizando en coordinación con la Secretaría de Salud del estado de San Pablo y el Ministerio de Salud, serán los trabajadores de la salud. Doria agregó que hay negociaciones entre Sinovac y el gobierno federal para que este compre otras 40 millones de dosis de la vacuna para distribuir en otros estados del país.

El presidente Jair Bolsonaro realizó en varias ocasiones críticas a la vacuna china, simplemente por su procedencia. Sin mencionarlo, el gobernador Doria, quien fue un aliado puntual del mandatario, del que se distanció hace largo tiempo, expresó: “Acá no estamos discutiendo el origen de la vacuna. No estamos en una carrera por la vacuna, sino en una carrera por la vida”. Luego el gobernador dijo ser partidario de que se desarrollen con éxito todas las vacunas contra el coronavirus.

Pero, de acuerdo a lo que informó el diario Folha de São Paulo, además de la disputa política que existe entre el líder del Ejecutivo paulista y Bolsonaro, habría un problema para aplicar las vacunas chinas en el resto del país, porque el Ministerio de Salud federal ya firmó un contrato con la Fundación Oswaldo Cruz para que fabrique en Brasil la vacuna que está desarrollando el laboratorio británico AstraZeneca en conjunto con la Universidad de Oxford.

Esta vacuna, al igual que la desarrollada por Sinovac, está en la fase tres de sus procesos de pruebas, pero ya tuvo dos interrupciones en los ensayos debido a la aparición de efectos secundarios graves en dos personas que participaron voluntariamente en los testeos.

En este contexto, mientras las pruebas continúan, la vacuna china tiene una ventaja respecto de la inglesa, ya que en los ensayos de la primera se emplea una tecnología ya conocida y comprobada para provocar la respuesta inmune, utilizando el nuevo coronavirus desactivado.