En una visita por demás significativa, por el momento político que se vive en su país, el presidente bielorruso, Alexánder Lukashenko, viajó a Rusia y se entrevistó con el presidente de ese país, Vladimir Putin, en Sochi, ciudad balnearia ubicada en las costas del Mar Negro.

Durante el encuentro, de acuerdo a lo que informó la agencia de noticias rusa TASS, el gobierno de Putin se comprometió a otorgarle a Bielorrusia un préstamo de 1.500 millones de dólares para mitigar la difícil situación económica por la que está pasando la nación vecina.

El presidente ruso también sugirió a su homólogo que se deberían hacer esfuerzos para restablecer el comercio entre ambos países, que decreció en el marco de la pandemia de coronavirus.

“Ahora tenemos la oportunidad de hablar de todo de manera tranquila, pero, antes que nada, debemos discutir los asuntos económicos”, dijo Putin, quien puntualizó que el comercio entre los dos países había caído más de 21%, señalando que se trata de una “disminución significativa”.

Sobre la situación política que se vive en Bielorrusia, Putin dijo que la cuestión debe ser resuelta “sin indicaciones externas”, haciendo alusión a la presión que están ejerciendo la Unión Europea y Estados Unidos para que haya reformas democráticas en el país. Además, y de acuerdo a lo que informó el portal de noticias RT, el mandatario ruso dijo que considera “lógica y oportuna” la idea de comenzar a trabajar en reformar la Constitución bielorrusa, idea esbozada sin mayores detalles desde hace algunas semanas por Lukashenko con la intención de apaciguar las grandes protestas callejeras que hay en su contra desde hace más de un mes.

Este domingo fue el quinto consecutivo en el que decenas de miles de personas se manifestaron en la capital de Bielorrusia, Minsk, y en otras ciudades del país, para demostrar su descontento con el gobierno que lidera Lukashenko, cuya legitimidad quedó severamente cuestionada luego de las elecciones presidenciales celebradas el 9 de agosto.

De acuerdo a las cifras difundidas por los organismos electorales del país, el mandatario, quien está en el poder desde 1994, obtuvo más de 80% de los votos en dichos comicios; la oposición no reconoció este resultado, sino que argumentó que hubo fraude, por lo que fueron perseguidos y encarcelados desde entonces los principales líderes contrarios al presidente.

El encuentro de este lunes entre Putin y Lukashenko coincidió con el inicio de unos ejercicios militares conjuntos entre las fuerzas armadas de ambos países. El presidente ruso, para intentar despejar suspicacias, recordó que el evento fue programado y anunciado el año pasado, e indicó que después de los entrenamientos las unidades rusas regresarán, tal como se acostumbra, a sus bases.

“Para los militares, esto [los ejercicios militares] es un asunto de rutina, está relacionado con el entrenamiento de tropas. Repito una vez más, para que no haya especulaciones: este es un evento que fue planeado e incluso anunciado el año pasado”, aclaró el mandatario, cuyas declaraciones fueron consignadas por la cadena militar rusa Estrella.