El senador y líder de Cabildo Abierto (CA) Guido Manini Ríos opinó que el fiscal Rodrigo Morosoli –quien solicitó su desafuero en 2019 para poder imputarlo por su accionar tras las confesiones de José Gavazzo en un tribunal de honor– debería volver a interrogar al ex secretario de Presidencia Miguel Ángel Toma, luego de hacerse públicas las presuntas irregularidades en sus viajes a Roma en el marco del juicio por el Plan Cóndor. “A nosotros nos parece que es un elemento más que demuestra la hipocresía y el doble discurso con el cual se manejaron tantos temas que afectan y duelen a miles de uruguayos”, consideró Manini en su última audición semanal en el canal de Youtube del partido.

El ex comandante en jefe del Ejército acusó a Morosoli de haber actuado como “abogado defensor” de Toma, porque “en vez de buscar algún tipo de imputación lo dejó totalmente por fuera y le archivó la causa”. A su entender, Toma “tiene mucho para decir en ese tema”, porque “él fue a nivel del Poder Ejecutivo quien recibió la información correspondiente del ministro de Defensa, [y] fue el que en primera instancia no cumplió con lo que tenía que haber hecho Presidencia”. Para Manini se ha comprobado que sus viajes a Roma tenían “una parte recreativa, por lo menos notoria o visible” que “ha despertado cierta indignación en la gente, debido a que indudablemente es claro que somos los contribuyentes los que pagamos ese tipo de recreos”.

“Todo esto en medio de esa campaña tan dura que se ha desatado contra nosotros, contra CA, poniendo en el foco el tema del desafuero, donde justamente el mismo doctor Toma tiene una activa participación”, agregó el legislador. “Dada la forma de actuar en otros temas tan sensibles como este que salió a la luz en estos días, creemos que tal vez haya posibilidad de volver en el camino y que el fiscal actuante lo vuelva a interrogar y ver si no fue él el principal responsable y no a quienes nos acusan”, propuso.

El líder de CA consideró que el accionar de Toma generó “mucha bronca” en “todos los partidos políticos; gente que se siente estafada en sus expectativas y que va descubriendo caso a caso, episodio a episodio, cómo se manejaron las cosas en las administraciones anteriores”. “La gente va descubriendo que hubo aquí una especie de soberbia o tal vez la creencia de una eternización en el poder, que los llevó a hacer cualquier cosa sin siquiera pensar en los controles que podía llegar a haber. Tenían la convicción de que jamás iban a ser investigados o jamás se iba a averiguar que hacían las cosas que hacían”, afirmó.