Una segunda voluntaria del proyecto de vacuna contra el coronavirus desarrollado por la empresa farmacéutica internacional AstraZeneca, con sede en la ciudad inglesa de Cambridge, presentó una enfermedad neurológica inexplicable, aunque desde la entidad se asegura que no hay evidencia suficiente de que esté relacionada con la sustancia que se le suministró.
Este laboratorio, cuya vacuna para América Latina está planeado que sea elaborada en Argentina y México, dijo que aún no tiene el diagnóstico de este segundo caso, pero, según reveló el diario The New York Times, se trata de mielitis transversa, la misma enfermedad que afectó a la primera voluntaria.
En el primer incidente reportado por el laboratorio que está desarrollando la potencial vacuna junto con científicos de la Universidad de Oxford, la persona que se sometió al ensayo clínico recibió una dosis de inoculación antes de presentar la inflamación en la médula espinal, que provoca debilidad en los brazos, piernas y puede causar disfunción en órganos como los intestinos y la vejiga.
Una vocera de AstraZeneca informó al diario neoyorquino que se detectó que la voluntaria tenía un caso previo, sin diagnosticar, de esclerosis múltiple, que no estaba ligado a la vacuna, por lo que el ensayo se reanudó de inmediato.
En este segundo caso, la mujer desarrolló la enfermedad tras la segunda dosis. Sin embargo, AstraZeneca explicó que tras una revisión independiente se determinó que era poco probable que ambas enfermedades desarrolladas por las personas voluntarias, ambas residentes en Inglaterra, estuvieran ligadas a la vacuna, o que había, por lo menos, información insuficiente para relacionarlas, por lo que se recomendó continuar con los ensayos clínicos de la fase 3.
Como era de esperar, este segundo caso generó reacciones a nivel científico. “Si hay dos casos, esto empieza a parecer un patrón peligroso”, dijo Mark Sliftka, experto en vacunas de la Universidad de Salud y Ciencias de Oregon.
“Si surge un tercer caso de enfermedad neurológica en el grupo donde se está probando la vacuna, tal vez sea el fin del proyecto”, explicó el científico. Tras estos dos casos, las pruebas de AstraZeneca se retomaron en Reino Unido, Brasil y Sudáfrica, pero no en Estados Unidos.
En medio de esta situación que pone en duda su proyecto, la empresa farmacéutica dio a conocer sus protocolos, entre los que destacan que busca lograr en sus ensayos fase 3 una efectividad de 50%.
Hasta ahora, de acuerdo a lo que informó The New York Times, únicamente los laboratorios Moderna y Pfizar habían dado a conocer sus protocolos.