La Unión Europea (UE) a través de la Comisión Europea y el Centro Europeo de Control y Prevención de Enfermedades (ECDC), realizó una clara advertencia este jueves, en la que afirmó que ante la situación epidemiológica los gobiernos deben actuar en forma “inmediata y específica” para atajar el “preocupante” aumento de los casos en el continente.

“Estamos en un momento decisivo y todos tienen que actuar con decisión y utilizar las herramientas que tenemos. Esto significa que todos los estados miembros deberían estar preparados para desplegar medidas de control inmediatamente y en el momento adecuado. Puede ser nuestra última oportunidad para evitar una repetición de la última primavera”, alertó la comisaria de Salud, la chipriota Stella Kyriakides.

En una conferencia de prensa consignada por EuropaPress, el ECDC presentó un análisis de riesgo actualizado en el que destaca que es “vital” que los estados desplieguen “todas las medidas necesarias” ni bien detecten “la primera señal de nuevos brotes”. Esto se puede lograr aumentando la capacidad de pruebas diagnósticas y el rastreo de casos, mejorando los recursos de vigilancia de salud pública, garantizando el acceso a insumos de protección personal y a medicamentos y asegurar una capacidad sanitaria suficiente.

“Estamos viendo un incremento preocupante del número de casos de covid-19 detectados en Europa. Hasta que haya una vacuna segura y efectiva disponible, la identificación rápida, los test y las cuarentenas de contactos de alto riesgo son algunas de las medidas más efectivas para reducir la transmisión”, afirmó por su parte la directora del ECDC, la alemana Andrea Ammon.

El nuevo análisis de riesgo del organismo sanitario europeo advierte de que las intervenciones “no farmacéuticas”, como el distanciamiento social, la higiene personal y el uso de tapabocas, “demostraron no ser suficientes para reducir o controlar” la exposición al virus.

La situación está generando inquietud en los países de la región, entre de los cuales el más afectado es España.

Este jueves, de acuerdo a cifras oficiales, el país llegó a los 700.000 casos detectados, tras sumar 10.653 contagios. Paralelamente, se notificó el deceso de 84 personas infectadas. El número total de contagiados desde que empezó la pandemia en España asciende a 704.209 y los fallecidos son 31.118.

El epicentro de la pandemia está localizado en Madrid y sus alrededores, donde esta semana comenzaron a regir nuevas medidas de restricción de la movilidad en varios barrios y localidades de la Comunidad de Madrid. La situación está generando preocupación y en ese sentido el ministro de Salud, Salvador Illa, alertó de que “vienen semanas duras en Madrid”. “Hay que actuar con determinación para tomar el control de la pandemia en esta comunidad”, dijo el representante del Ejecutivo que preside Pedro Sánchez. Por su parte, Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, tiene previsto anunciar este viernes nuevas medidas en más zonas que cumplan los “parámetros objetivos” de alta incidencia de contagios, aunque descartado el confinamiento de la capital.

Boris Johnson: “Los ingleses aman la libertad y, por eso, es más difícil respetar las reglas”

Pero Francia y Reino Unido son lugares en los que también se está sintiendo la expansión del coronavirus.

En las últimas 24 horas, las autoridades de salud francesas informaron sobre la detección de 16.096 casos, lo que marca un nuevo aumento de testeos positivos respecto del día anterior.

Las personas internadas por coronavirus son ya más de 6.000, mil de los cuales están en cuidados intensivos, un número que en el país no se registraba desde comienzos de junio. Según el último reporte, Francia registró 52 muertes en las últimas 24 horas, lo que llevó el total de fallecidos desde el comienzo de la pandemia a 31.511.

El aumento de casos es notorio también en Reino Unido, donde según la última actualización diaria habían fallecido 40 personas, llevando el total de decesos atribuidos al nuevo patógeno a 41.902.

Respecto del aumento de casos de coronavirus en su país habló el primer ministro británico, Boris Johnson, quien arguyó que esto se debía a que, a diferencia de otros países, “los ingleses aman la libertad y, por tanto, es más difícil respetar las reglas”.

Las palabras poco atinadas del primer ministro fueron respondidas pocas horas después por el presidente italiano, Sergio Matarella, una figura muy respetada, caracterizada por sus cautelosos comentarios, quien expresó: “Nosotros amamos la libertad, pero también la seriedad”.