Este martes, en el que fue su primer día de trabajo este año, el presidente brasileño Jair Bolsonaro mantuvo, como es habitual, un encuentro con simpatizantes de su gobierno en las afueras del Palacio de la Alvorada, en Brasilia.

Durante el diálogo que mantuvo con sus votantes, el mandatario reconoció que el país está “quebrado” y que él no puede hacer nada, y puso como ejemplo cambios en el impuesto a la renta que pretendió impulsar, pero que no fueron apoyados por el equipo económico que lidera el ultraliberal Paulo Guedes.

“Brasil está quebrado, amigo, y yo no puedo hacer nada. Yo quería hacer algunos cambios en el impuesto a la renta, pero después vino este virus, que está siendo potenciado por la prensa que tenemos, una prensa sin carácter ninguno”, le dijo el ex capitán de 65 años a uno de sus interlocutores, de acuerdo a lo que informó el diario Estado de São Paulo.

La ampliación de la franja de las personas que pagan impuesto a la renta es una de las promesas de campaña de Bolsonaro que quedaron en la nada. A pesar de no tener el aval del Ministerio de Economía, en 2019 el presidente retomó el tema y dijo que estaba siendo estudiado por el gobierno, pero la cuestión nunca pasó de ser una aspiración personal.

En la actualidad, solamente pagan algún tipo de impuesto a la renta quienes ganan más de 1.900 reales por mes, algo más de 15.000 pesos uruguayos. La idea de aumentar este impuesto ya tenía fuertes resistencias de parte del equipo económico, aun cuando las cuentas del Estado no habían empezado a ser afectadas por la crisis generada por la pandemia de coronavirus.

En la conversación que tuvo con sus seguidores este martes, Bolsonaro además volvió a criticar a los medios de comunicación, que a su entender realizan “un trabajo incesante para tratar de desgastar el gobierno”, pero luego se mostró desafiante. “Me van a tener que aguantar hasta 2022, tengan la seguridad de ello”, expresó.

Medios brasileños informaron que el mandatario este martes retomó sus actividades en el Palacio de Planalto, luego de 17 días en los que no realizó ningún tipo de acción oficial y aprovechó el receso de las fiestas de Navidad y Año Nuevo para vacacionar, primero en el estado de Santa Catarina y posteriormente en algunas playas de la zona litoral del estado de San Pablo.

Jair Bolsonaro, durante la inauguración del Foro "Control en la Lucha contra la Corrupción 2020", en el Palacio Planalto, en Brasilia (archivo, julio de 2020).

Jair Bolsonaro, durante la inauguración del Foro "Control en la Lucha contra la Corrupción 2020", en el Palacio Planalto, en Brasilia (archivo, julio de 2020).

Foto: Sergio Lima, AFP

De acuerdo a la agenda que tenía marcada el mandatario, este martes se reunió con el jefe de Gabinete, Walter Braga Netto, y con los ministros de Comunicaciones, Fabio Farías, y de Defensa, Fernando Azevedo. También estaba previsto que Bolsonaro realizara una visita al Ministerio de Salud, que encabeza el general Eduardo Pazuello, para tratar el tema de la campaña de vacunación contra el coronavirus, cuyo lanzamiento viene siendo postergado por el gobierno.

A propósito de esta situación, y mientras los números de casos positivos y muertes causadas por la covid-19 siguen en aumento en el país –se detectaron hasta el momento más de 7,7 millones de casos y las personas muertas portando el virus son casi 197.000–, el gobierno del estado de San Pablo presentará este jueves la solicitud de uso de emergencia de la vacuna Coronavac, inmunizante de origen chino, pero que está siendo desarrollado en el Instituto Butantan, ubicado en la capital paulista. La información fue difundida por el portal de noticias UOL, que verificó el hecho con una fuente vinculada a la administración del gobernador João Dória.

La solicitud será anunciada públicamente por Dória en una conferencia de prensa en la que informará además sobre la reclasificación de municipios dentro del estado para determinar las reglas de aislamiento social que regirán en cada lugar para combatir la propagación de la pandemia.

La presentación del pedido del uso de emergencia de la vacuna se enviará a la Agencia Nacional de Inspección Sanitaria. Luego de recibir la solicitud, así como la documentación necesaria, además de los resultados de todas las fases del ensayo de la vacuna, la entidad reguladora tendrá un plazo de diez días para tomar una posición, autorizando o no la aplicación del inmunizante.

Dória manifestó en más de una ocasión, contraponiéndose a la irresoluta postura del gobierno federal, que su intención era que la vacunación en San Pablo, el estado más afectado por la pandemia, comenzara durante enero.