Por medio de dos resoluciones emitidas el 11 de enero, el Ministerio de Relaciones Exteriores ordenó el cierre del consulado de Uruguay en la ciudad de Los Ángeles (California, Estados Unidos), y de tres sedes diplomáticas ubicadas en ciudades de Brasil: Curitiba (estado de Paraná), Pelotas (Rio Grande do Sul) y Salvador (Bahía). Los tres primeros eran consulados generales, mientras que el último era un consulado de distrito —de menor jerarquía—.

En las resoluciones se indica que la medida se tomó en virtud de “la necesidad de racionalizar los gastos de funcionamiento de las Oficinas Consulares de la República en el exterior, en el marco del actual proceso de reducción del gasto público”.

Cuando acudió en agosto al Parlamento por el análisis del Presupuesto Quinquenal, el canciller Francisco Bustillo había informado que por las restricciones económicas se iba a proceder al cierre de algunas embajadas y consulados. En el primer caso, se optó por las sedes diplomáticas en Angola y Polonia, además de la de Nicaragua.

La sede en Los Ángeles fue abierta en 1986 y designada “consulado general de la República”. En marzo de 2019 se otorgó el mismo estatus al consulado en San Francisco, que ahora ampliará su jurisdicción como consecuencia del cierre de la sede en Los Ángeles. Bajo su órbita quedan los estados de Alaska, Arizona, California, Colorado, Hawái, Idaho, Montana, Nevada, Nuevo México, Oregón, Utah, Washington, Wyoming y el territorio de las Islas Guam e Islas Marianas del Norte. La resolución de la cancillería aclara que el gobierno de Estados Unidos dio “la anuencia para la reestructura planteada”.

A su vez, según pudo saber la diaria en base a fuentes de cancillería, la cartera también concretará en los próximos días el cierre del consulado en Chicago, Illinois.

En el caso de los ubicados en territorio brasileño, la resolución detalla que la sede en Curitiba se reabrió en 1979 y se elevó a consulado general en 2008; el de Pelotas fue abierto en 2009 como consulado de distrito y pasó a tener mayor jerarquía en 2018, y el de Salvador fue instaurado en 2003.

Los cierres llevan a “la necesidad de readecuar las jurisdicciones de los Consulados Generales de la República en Brasil”. La sección consular de la embajada uruguaya en el país vecino tendrá bajo su jurisdicción “el territorio del Distrito Federal y los estados de Acre, Alagoas, Amapá, Amazonas, Ceará, Goiás, Maranhao, Minas Gerais, Pará, Paraíba, Pemambuco, Piauí, Rio Grande do Norte, Rondonia, Roraima, Sergipe y Tocantins”; el consulado general en Porto Alegre abarcará además de esa ciudad a “todo el territorio del estado de Río Grande do Sul”; el consulado en Río de Janeiro a “los estados de Bahía, Espíritu Santo y Río de Janeiro”; y el consulado de San Pablo a “los estados de Mato Grosso, Mato Grosso do Sul, Paraná y San Pablo”.