El peso del turismo en la economía uruguaya es de al menos 7% del producto interno bruto y el sector emplea más de 100.000 personas en un año tradicional. Sin embargo, en todo el mundo fue el rubro más afectado desde que a comienzos de 2020 se desataron la covid-19, las medidas de aislamiento social y los cierres de fronteras. En Uruguay los primeros casos llegaron justo después de terminar la temporada de verano pasada, pero ahora la zafra del turismo coincide con el momento de mayor intensidad del virus y los visitantes pueden ser sólo locales, porque se limitó aún más el ingreso desde el exterior.

Con este contexto, las autoridades destacaron el crecimiento del turismo interno durante el último fin de semana. Sin embargo, empresarios y trabajadores del sector coinciden en que la situación sanitaria cambió los hábitos y ahora el turismo se concentra los fines de semana, con caídas en el nivel de ocupación entre semana y un menor gasto en general. Los inmobiliarios creen que la no llegada de extranjeros impacta de lleno en los números de la temporada, y apoyan un planteo del intendente de Maldonado, Enrique Antía, para permitir el ingreso al país de quienes tengan propiedades.

La evaluación de la temporada es aún más negativa por parte del Sindicato Único de Hoteleros y Gastronómicos (SUGHU): “Hay 45% de trabajadores respecto de una temporada normal, y los que tienen trabajo es con menos horas, menos sueldo y menos propina. El sector está arruinado, hay menos público y el consumo es muy bajo”, dijo el dirigente Jorge González en diálogo con la diaria.

Una particularidad de esta temporada con pandemia, señaló el representante de SUGHU, es que la “gente salió el fin de semana y se volvió”. Eso mismo planteó la presidenta de la Cámara de Turismo, Marina Cantera: “Ya en la noche del domingo, todos los destinos cayeron entre 15% y 20% la ocupación. Es algo bien atípico, porque este es el momento más movido del turismo y que los números no se mantengan más allá del fin de semana es preocupante”, dijo a la radio Carve. Reconoció sí un aumento de la actividad el último fin de semana, que hizo “repuntar las expectativas”, que eran de “alarmas” tras el fin de semana de Navidad.

El ministro de Turismo, Germán Cardoso, dijo este lunes al mediodía a Telemundo que el movimiento “fue notorio” durante el último fin de semana largo y que por el peaje de Pando (kilómetro 32 de la ruta Interbalnearia) pasó 14% más de autos que en los mismos días del año pasado. Los números de ocupación que aportó fueron 50% en el corredor termal, entre 50% y 60% en Colonia, entre 60% y 70% en Canelones, Punta del Este con entre 50% y 70%, y Piriápolis por encima de 75%. 

El intendente rochense, Alejo Umpiérrez, expresó a Telemundo que llegaron más de 50.000 personas al departamento entre el 31 de diciembre y el 2 de enero. Resaltó que se alcanzó “el mismo número” de visitantes “sin argentinos ni brasileños”. 

Asimismo, el director de Desarrollo Turístico de la Intendencia de Canelones, Horacio Yañez, informó a la radio Uruguay que la ocupación hotelera en los balnearios canarios está entre 20% y 40%; sin embargo, las playas están teniendo gran concurrencia. Al igual que el sindicato y la gremial sectorial, asoció esto a la pandemia y a que la gente prefiere visitas por el día durante el fin de semana.

Baja ocupación en Punta del Este y pedido por bares y propietarios

Javier Sena, presidente de la Cámara Inmobiliaria de Punta del Este, manifestó a la diaria que “el mercado de extranjeros” significa habitualmente 70% de los alquileres en el balneario. En línea con eso, hoy la ocupación está entre 30% y 40% del total disponible. La mayor caída de la demanda ocurrió en los apartamentos, mientras que las casas son más alquiladas.

Antía, intendente de Maldonado, evaluó en declaraciones al diario El País que habrá entre 40% y 50% menos de visitantes en el departamento esta temporada. También sostuvo que “la realidad muestra que hay que ir ajustando” las medidas sanitarias y que se debe reconsiderar el horario de bares y restaurantes. “Si se extiende una hora más [de la medianoche, a la 01.00] les permite hacer dos turnos de comidas”, señaló.

El cierre a la medianoche de los comercios gastronómicos fue mencionado por González, del SUGHU, como “un problema” que se suma al aforo limitado de los locales.

Consultado sobre lo dicho por Antía, el ministro de Turismo dijo que en la mañana se había reunido con el presidente Luis Lacalle Pou y no tenía conocimiento de una propuesta formal para prorrogar el horario de los bares. Agregó que “los temas de gobierno hay que tratarlos con seriedad, no discutirlos por los medios de comunicación”, y que “las medidas son con base en la opinión de expertos y un análisis de la situación desde diversos ámbitos, no sólo el económico y el turístico, sino que pesa lo sanitario”.

Por otra parte, Antía reiteró el pedido para que se permita ingresar a los extranjeros con propiedades en Uruguay: “Que con determinadas garantías de test y cuarentena, puedan venir. Es un punto que el gobierno tiene que atender seriamente”. El presidente de la Cámara Inmobiliaria de Punta del Este apoyó el pedido y agregó a los uruguayos con propiedades que viven en el exterior y vienen en el verano.

Recuperación postergada e impactos en el empleo

El economista Nicolás Chichevski, gerente del Área de Consultoría Económica de Grant Thornton Uruguay, dijo a la diaria que con las últimas novedades sanitarias “la perspectiva” es que se “extienda este ritmo de actividad” en el turismo “hasta tanto no se empiece a vacunar”. Explicó que hace unas semanas había “mejores perspectivas” en virtud de que aún podían ingresar al país los uruguayos no residentes o algunos argentinos, y ahora reina la “incertidumbre” sobre qué nivel de caída habrá en la temporada y los efectos posteriores. 

Para dimensionar los efectos de esta crisis, Chichevski subrayó: “Hay economías regionales, no sólo en Maldonado y Rocha, que son los casos más típicos, donde tiene gran relevancia el turismo. Colonia depende del turismo receptivo argentino, igual el litoral, y de Brasil depende el turismo de compra en la frontera de Rivera, Cerro Largo, Artigas y Chuy”.

Repasó que el turismo abarca unos 12.000 puestos de trabajo en los rubros hotelería y alojamiento, parte importante de los 52.000 empleos en restaurantes, bares y catering, y otra parte de los 184.000 del comercio minorista –en este rubro se suman trabajadores zafrales y ambulantes, muchos informales–. 

El dirigente del SUGHU advirtió que hay un grupo importante de trabajadores “que se les terminó el seguro y no tienen nada, porque no es como otros años en que salían a buscar trabajo y lo conseguían en el sector”. Este y otros temas vinculados a los impactos de la caída del turismo se vienen analizando en una mesa tripartita con empresarios y autoridades del gobierno, donde dentro de dos semanas se presentarán propuestas. 

Cantera indicó que hay rubros dentro del turismo que permanecen cerrados o “con facturación cercana a cero”, por lo que se debe “seguir trabajando en medidas que ayuden a sostener” la actividad.