El Consejo de Ministros se reunió este miércoles en la Torre Ejecutiva para evaluar los resultados de las últimas medidas que tomó el gobierno para frenar el crecimiento de la covid-19 en el país. Al terminar la reunión, el presidente Luis Lacalle Pou brindó una conferencia de prensa en la que recordó que las últimas medidas se tomaron el 16 de diciembre y originalmente regían desde el 21 de diciembre hasta el 11 de enero, pero luego el Poder Ejecutivo las extendió hasta el 31 de enero. Por eso era pertinente reunir al Consejo de Ministros para evaluar la continuidad o no de las medidas, señaló.

El mandatario subrayó que no se llegó al crecimiento de casos positivos de covid-19 previstos “en su momento” y que actualmente hay 89 personas en cuidados intensivos con la enfermedad, lo que representa 11% de camas de CTI. Recordó que la razón de las medidas tomadas a mediados de diciembre –en especial, el cierre total de fronteras– era el “estrés” que iba a sufrir el sistema sanitario del país “por la llegada de mucha gente”, entre ella “los compatriotas”. “Tan es así que, como pasó en el resto del mundo, las fiestas, Navidad y fin de año, significaron un incremento que se notó a los días, del entorno de los 200 casos”, señaló.

Lacalle Pou informó que el gobierno decidió volver al 20 de diciembre, es decir, al “cierre parcial” de fronteras; esto significa que se permite ingresar al país a los uruguayos, los residentes y “otras excepciones”. El mandatario subrayó que todas las demás medidas anunciadas en diciembre continúan vigentes: la prohibición de aglomeraciones, el aforo máximo de 50% en el transporte interdepartamental, y el teletrabajo, recomendado para los trabajadores del sector privado y obligado para los públicos a los que su función se lo permita.

“Así que, obviamente, como este cierre de fronteras es parcial, va a haber un trabajo muy fuerte del Ministerio de Salud Pública [MSP] en coordinación con los ministerios de Interior y Defensa Nacional, en lo que hace al pasaje de las personas autorizadas en las fronteras. Y también un fortalecimiento para controlar el cumplimiento de las cuarentenas”, subrayó Lacalle Pou.

Cuestión de fe

En el marco de las preguntas de la prensa, el presidente fue consultado por la situación de la distribución de la vacuna de Pfizer, una de las que llegarán a Uruguay, ya que la Unión Europea presiona a varios laboratorios –entre los que está esa firma– porque hay retrasos en la distribución. Lacalle Pou contestó que tiene por costumbre, cuando se relaciona con una corporación, “la buena fe entre las partes”.

“El sábado pasado dimos una conferencia acá, dijimos lo que habíamos negociado y hoy sostenemos exactamente lo mismo. El día antes, cuando comunicamos formalmente el acuerdo, sabíamos de estos movimientos complejos y difíciles que estaba atravesando la salud y, por ende, las negociaciones de los estados con laboratorios. Hay una guerra comercial impresionante, además de que hay una batalla entendible, que cada país quiere que le llegue la mayor cantidad de dosis en el menor tiempo posible, y eso fue lo que yo el otro día celebré de la negociación de nuestro país. No era sólo la obtención de las vacunas y las dosis, sino también el tiempo de llegada”, subrayó.

Luis Lacalle Pou y Álvaro Delgado, antes de la conferencia de prensa, ayer, en la Torre Ejecutiva.

Luis Lacalle Pou y Álvaro Delgado, antes de la conferencia de prensa, ayer, en la Torre Ejecutiva.

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Polémica por el acuerdo con Sinovac

Lacalle Pou también fue consultado por lo informado este miércoles por el programa de radio No toquen nada: a diferencia de lo anunciado el sábado por el presidente, el director del instituto Butantan de San Pablo, en Brasil, Dimas Covas, sostuvo que aún no existe un acuerdo entre esa institución –que actúa como intermediaria en la compra de vacunas Sinovac, de origen chino, para América Latina– y el MSP, y que, por lo tanto, la compra de esas vacunas por parte de Uruguay no está cerrada.

Estas declaraciones de Covas fueron relatadas por la periodista Denise Mota en el programa No toquen nada, de FM del Sol. Según Mota, lo que Covas sí admitió es que hay es un “preacuerdo” en el que Uruguay manifiesta su “interés claro por la compra”, pero aún “no hay una definición sobre el número de dosis porque no hay un acuerdo de compra final”. La periodista relató que le preguntó a Covas si Uruguay podría haber negociado directamente con el laboratorio, pero el director del instituto Butantan le respondió que por contrato les corresponde hacer la intermediación de compra con toda América Latina.

Lacalle Pou subrayó que el gobierno hizo un acuerdo con “un representante autorizado por Sinovac”, y aseguró que Álvaro Delgado, el secretario de Presidencia, tiene los documentos “que confirman la representación de la vacuna en esa empresa”, con la que se negoció, así como la “prefactura” para que se paguen las vacunas. “Nosotros no vamos a ingresar en una batalla comercial por representación. Lo que tenemos escrito es que tal empresa tiene la autorización de tal laboratorio para venderle a Uruguay, explícitamente. Por eso lo de la buena fe entre las partes”, señaló. Luego sostuvo: “El sábado dijimos lo que teníamos negociado, y hoy sostengo exactamente lo mismo”.

Por cuenta de él

Lacalle Pou también se refirió a la reunión entre el embajador ruso, Andrey Budaev, con Delgado y el titular del MSP, Daniel Salinas. Luego del encuentro, el diplomático señaló que ofreció la vacuna que produce su país, Sputnik V, al gobierno uruguayo. Consultado por esto, este miércoles Lacalle Pou señaló que “lo que dijo el embajador ruso corre por el embajador ruso”. Agregó que tuvo “una buena reunión”, en la que se habló “de muchísimas cosas”, y ese no era “el tema central de la conversación”.

Sobre la posibilidad de que la vacuna rusa se produzca en nuestro país, algo que también deslizó el embajador ruso, Lacalle Pou dijo que lo que quieren es “vacunar a la población de nuestro país”, y que no le parece que “pensar hoy en una instalación para producir vacunas a corto plazo” sea “donde tenemos que poner la proa”.

En cuanto a la posibilidad de conocer los detalles de los contratos firmados por los laboratorios, el presidente dijo que la opción era “firmar un contrato de confidencialidad o no tener vacunas”. “Y les habla un miembro de un gobierno que siempre ha sido muy claro, aun en reconocer errores. Los uruguayos tienen que quedarse tranquilos en cuanto a que a nosotros nos rigen la Constitución y la ley, de las que no nos apartamos. ¿Hay cláusulas confidenciales? Sí, y teníamos la opción de conseguir vacunas para el país o no conseguirlas. La decisión para mí era meridianamente clara, y nos hacemos responsables de lo que firmamos”, sostuvo.

¿Obligatoria?

Por último, Lacalle Pou también fue consultado por la posibilidad de que la vacuna sea obligatoria, como expresaron algunos legisladores, como el senador blanco Jorge Gandini, quien señaló que debería ser obligatoria para el personal de la salud. El presidente contestó que no ve razón para cambiar de opinión, que no cree en la obligatoriedad “en una gran cantidad de temas”. “Yo creo que vacunarse es una muy buena cosa, y esto tiene un agregado, porque es una libertad solidaria también, porque no es sólo para mí sino para el resto de la sociedad. El ministro Salinas decía que es una obligación moral y ética; yo comparto”, finalizó.