Avanzan los días y pese a que no hay información oficial sobre la compra de vacunas por parte del gobierno, varias señales indican que el anuncio está próximo a realizarse. El lunes los ministros acudieron a la Torre Ejecutiva a firmar un decreto que habilita a jerarcas del gobierno a cerrar la operación y ya hubo contacto con el sector privado para la logística de distribución una vez que llegue el primer embarque de vacunas. 

“Cuando esté todo firmado y acordado, con seguridad y con respaldo científico se van a hacer los anuncios correspondientes”, dijo ayer el secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, quien, consultado por la prensa, mantuvo el discurso del gobierno en los últimos días. La semana pasada el presidente Luis Lacalle Pou había declarado que el Ejecutivo estaba “terminando las negociaciones”.

¿Cuál vacuna adquirirá Uruguay? Ya está claro que el primer embarque que llegue no será del Fondo Covax ‒que promueve la Organización Mundial de la Salud (OMS) y por el que Uruguay reservó en octubre 1.500.000 dosis‒ y en cambio se negocia con los laboratorios privados. Una fuente del sector comentó a la diaria que las negociaciones que encabeza Presidencia son directamente con las casas matrices, y no involucran de momento a las gerencias locales de los laboratorios.

Este martes Subrayado informó que el gobierno está próximo a firmar un contrato para adquirir la vacuna desarrollada por Pfizer y BioNTech, y adelantó que el mes próximo se estima que llegaría una partida de 200.000 dosis desde la planta que tienen las farmacéuticas en Bélgica ‒que abastece a todos los países, con excepción de Estados Unidos‒. Esta vacuna fue la primera en aplicarse en el continente americano, y seis países de la región tienen acuerdos con ambos laboratorios.  

Para la inmunización se deben administrar dos dosis con un intervalo de tres semanas, y es necesario desarrollar un proceso logístico para la distribución, ya que la vacuna debe permanecer a -70 grados. Para esto, ya hubo contactos con empresas locales que pueden brindar el servicio, y según Telemundo, la firma Va-Q-Tec ‒de origen alemán, que está instalada en Zonamerica y brinda soluciones tecnológicas en logística y aislamiento térmico‒ se encargará de ello tras un acuerdo con el Ministerio de Salud Pública (MSP).

Si bien los desarrolladores envían las dosis en paquetes térmicos con hielo seco y la temperatura es monitoreada, cada país debe planificar una cadena de frío que asegure su llegada en buen estado hasta todos los centros de vacunación. Aparte de con Pfizer, el gobierno confirmó días atrás que mantenía conversaciones con los responsables de la vacuna de Oxford y Astrazeneca, así como con la Sinovac, de origen chino. 

El ministro de Salud Pública, Daniel Salinas, ha repetido que ya está listo el plan de vacunación que se implementará una vez que quede resuelto el contrato con los laboratorios y la fecha de recepción de las dosis. Tendrán prioridad en la primera etapa el personal de la salud y los mayores de 65 años, y luego se continuará con los pacientes con comorbilidades, los trabajadores esenciales y la población mayor de 45 años. La proyección de máxima que entregó el gobierno en la Comisión de Salud del Parlamento contempla llegar a 2,8 millones de personas inmunizadas, lo que implicaría 5,6 millones de dosis. 

La cronología y la situación de Uruguay respecto de la región

La expansión del coronavirus y sus impactos fueron la noticia más relevante de 2020 en el mundo, y sobre mitad de año comenzó a hablarse de los avances en el desarrollo de las vacunas, con varios laboratorios que ingresaban en la fase 3, momento en que se investiga la eficacia y seguridad de la inmunización. En Uruguay, Salinas informó en agosto que los técnicos del Departamento de Inmunización de la División de Epidemiología del MSP estaban estudiando el tema.

A mediados del mismo mes, en una visita a Young, Lacalle Pou manifestó: “El sueño del pibe es tener las vacunas antes del verano” para poder tener “una temporada lo más parecida a lo normal”.

Pasaron los días y la primera información concreta sobre la adquisición de la vacuna ocurrió el 13 de octubre, cuando el Ejecutivo informó que Uruguay ingresó al mecanismo Covax de la OMS y, tras adelantar 2,5 millones de dólares ‒que salieron del Fondo Covid‒, se había asegurado 1,5 millones de dosis. Este proceso apostó por la creación de un pool de países para evitar una negociación individual con cada laboratorio; sin embargo, hasta el momento no ha tenido éxito.

En vistas de la falta de avance del Covax, la decisión del Ejecutivo fue encomendar al MSP el inicio de negociaciones en paralelo con distintos laboratorios que estaban en pleno desarrollo de la vacuna. En noviembre ocurrió un hecho particular, informado a final de año por el semanario Búsqueda: el coordinador de Relaciones Internacionales y Cooperación del MSP, Franco Alaggia, envió un correo electrónico a Pfizer descartando la compra de sus vacunas. Este episodio terminó con el funcionario destituido y con el pasaje de las negociaciones por la vacuna a la órbita de Presidencia, por lo que el vocero del tema pasó a ser Delgado en vez de Salinas. 

El secretario de Presidencia ha repetido una frase sobre la adquisición de la vacuna: “No vamos a tener la más barata ni la más rápida, sino la más segura”. Asociado a esto, aseguró que la decisión tendrá respaldo científico, ya que surgirá del trabajo del grupo ad hoc formado en agosto por la Comisión Nacional Asesora de Vacunaciones. Un informe de estos expertos que presentó el gobierno cuando compareció ante el Parlamento el 5 de enero detalla las características de 13 vacunas. En esa ocasión, Delgado afirmó que se estaba “a punto de lograr el objetivo buscado” de cerrar un contrato para la adquisición de las primeras dosis. 

A dos semanas de esos dichos, aún no hay novedades a nivel oficial, lo que hace que Uruguay sea, junto a Paraguay, el único país de América del Sur sin acuerdo para la compra de vacunas. Según repasó una investigación hecha por periodistas de la región publicada en la web Distintas Latitudes, el “grupo de avanzada” en vacunación lo forman Puerto Rico, México, Costa Rica, Chile y Argentina, que comenzaron a vacunar antes de finalizar el año pasado. 

En una posición “intermedia” figuran El Salvador, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia, que si bien “disponen de acuerdos y contratos de compra o precompra con laboratorios, aún no han recibido las dosis comprometidas”. Este grupo de países aspira a iniciar la vacunación en el primer trimestre de 2021, al igual que Uruguay y Guatemala, aunque estos últimos “no informan de ningún acuerdo de compra” al momento. 

Entre los restantes, aparece Brasil, que comenzó a vacunar días atrás en San Pablo, aunque por iniciativa del estado y no del gobierno nacional; Venezuela, donde las autoridades prevén comenzar a inmunizar en abril, y Paraguay y Nicaragua, que no han informado una fecha tentativa. 

¿Por qué tanta disparidad en la región ante la necesidad de una vacuna? La investigación de Distintas Latitudes apunta a “la ausencia de un referente supranacional validado” ‒tanto la Organización de los Estados Americanos (OEA) como la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) mostraron “incapacidad” para “articular soluciones colectivas”‒ y a las disputas surgidas por “la polarización ideológica, los personalismos de los mandatarios y las constantes comparaciones entre países”.