En Argentina el número de personas infectadas con coronavirus sigue en aumento y actualmente uno de cada cuatro habitantes del país vive en un municipio con alto riesgo sanitario, en el que se debería limitar la circulación y reducir la nocturnidad, según los criterios epidemiológicos definidos por el Ministerio de Salud.

De acuerdo a lo que informó el diario Tiempo Argentino, la potestad para tomar las decisiones la tienen los gobernadores de las 16 provincias involucradas, que ya cuentan con la información del Sistema Nacional de Vigilancia de la Salud (SNVS). La base de datos de la cartera sanitaria también refleja que casi la mitad de la población (47%) reside en una zona donde se detectaron más de 150 infectados cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días, valores que no se veían desde junio, en pleno apogeo de la primera ola. “Si no tomamos decisiones ahora, tendremos un escenario caótico”, advirtió Enio García, jefe de asesores del Ministerio de Salud bonaerense.

La situación más compleja se vive en la capital y en la provincia de Buenos Aires, los dos distritos más poblados del país.

La ciudad de Buenos Aires acumuló 462 casos cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días, con una tasa de crecimiento de 102% comparado a las dos semanas anteriores. Con los indicadores en rojo, el anuncio de restricciones recién se tomó un par de horas después de conocerse el decreto presidencial del viernes.

Las reuniones sociales autorizadas se reducen de 20 a diez personas y se adelantó el cierre de bares y restaurantes a la 1.00.

En el caso de la provincia de Buenos Aires, la tasa de incidencia es de 282 casos cada 100.000 habitantes, lo que marca un aumento de 70% en los últimos 14 días. Al gobernador, Axel Kicillof, también le correspondía tomar decisiones, y por eso el sábado anunció que incorporará los criterios establecidos por el gobierno nacional a su sistema de cinco fases, que establece habilitaciones según el riesgo epidemiológico. A partir de hoy, 118 de los 135 municipios que se encontraban en fase 3 y 4 incorporarán las mismas restricciones anunciadas por la ciudad.

“La pandemia se desmadró y las decisiones son cada vez más difíciles, porque tenemos dos terceras partes del Ministerio trabajando para la vacunación”, agregó García.

Hablando de la vacunación, hasta el momento más de 100.000 personas ya fueron vacunadas con la Sputnik V, y mientras se espera por la llegada de la próxima partida del fármaco ruso, el gobierno está definiendo los últimos detalles de la compra de otro lote importante de vacunas, las producidas por la compañía farmacéutica estatal china Sinofarm.

La vacuna de la también conocida como China National Biotech Group, la empresa más grande de su rubro en ese país, se espera para los últimos diez días de enero, trasladada por un vuelo de Aerolíneas Argentinas, según revelaron a la agencia Télam fuentes vinculadas a la negociación. La operación de compra podría alcanzar el millón de dosis, una cantidad muy importante que requerirá acondicionar especialmente el avión que transporte las vacunas utilizando desde Pekín a Buenos Aires. Inicialmente, según explicaron fuentes oficiales, el viaje está programado para el 20 de enero. El traslado de los inmunizantes desde la capital china cuenta con una serie de autorizaciones muy rígidas, debido al fuerte control de la actividad aerocomercial en la capital china desde el inicio de la pandemia.

Además de contar con la vacuna rusa y de la negociación con China, el gobierno argentino está teniendo contactos para comprar vacunas del laboratorio AstraZeneca, cuyo fármaco fue desarrollado en conjunto con la Universidad de Oxford, y de Pfizer –en este caso, las cuestiones legales están dilatando la posible concreción de un acuerdo–; además, de acuerdo a lo que informó el portal Infobae, Alberto Fernández anunció que esta semana también comenzará contactos con el laboratorio Moderna, para estudiar la posibilidad de adquirir el inmunizante que desarrolló la empresa estadounidense.