Donald Trump, quien el 20 de este mes dejará de ser el presidente de Estados Unidos, pidió al secretario de estado de Georgia, Brad Raffensperger, que “buscara” los votos que fueran necesarios para anular la victoria en ese estado del mandatario electo, el demócrata Joe Biden, de acuerdo a lo que informó este domingo The Washington Post.
El periódico publicó en su web extractos de audio de una conversación de más de una hora entre Trump y Raffensperger, quien es la máxima autoridad electoral de Georgia y que, al igual que el mandatario, pertenece al Partido Republicano.
En la conversación, consignada por la agencia Efe, Trump en primera instancia elogió el trabajo realizado por Raffensperger, aunque luego le pidió que actuara a su favor. Ante la negativa del funcionario, Trump amenazó con demandarlo ante la Justicia y presentar cargos criminales en su contra, al mismo tiempo que le avisó que estaba corriendo un “gran riesgo” al no acceder a sus pedidos.
“La gente de Georgia está enfadada, la gente del país está enfadada [...] Y no hay nada malo en decir, ¿sabés? Creo que te han fallado los cálculos”, se oye decir a Trump en una de las grabaciones hechas públicas. Ante ello, Raffensperger respondió: “Bueno, señor presidente, el problema que usted tiene es que sus datos están mal”.
En otro momento de la conversación, Trump fue absolutamente explícito en cuanto a sus pretensiones y le dijo a su interlocutor: “Lo que quiero es que busques los 11.780 votos, que es uno más de lo que tenemos, porque ganamos ese estado”.
Trump usó esa cifra porque Biden le ganó por 11.779 votos en Georgia, estado que aporta 16 votos al Colegio Electoral, el órgano encargado de elegir al presidente estadounidense.
Luego de los diálogos revelados por el diario con sede en Washington, Trump escribió este domingo en su cuenta de Twitter que habló con Raffensperger y trató cuestiones como el resultado en el condado de Fulton y “el fraude en la votación en Georgia”. “No quería ni podía responder a preguntas sobre el fraude de los votos bajo la mesa, la destrucción de papeletas, ‘votantes’ de fuera del estado, votantes muertos y más. ¡No tenía ni idea!”, expresó el todavía mandatario. Poco más tarde el propio Raffensperger le respondió a través de la misma red social: “Con todo respeto, presidente Trump: lo que está usted diciendo no es cierto. La verdad saldrá a la luz”.
Desde la oficina de Raffensperger recordaron que la investigación de las elecciones no demostró ningún caso de votantes no registrados, aunque sí hay “un puñado” de presuntos casos de votos en nombre de personas difuntas.
En diciembre, las autoridades electorales de Georgia certificaron la victoria de Biden, y, durante las semanas posteriores, tuvieron que soportar las presiones del mandatario, que no reconoce su derrota en dicho territorio al alegar que hubo fraude, aunque sin presentar ningún tipo de pruebas. El presidente y sus más cercanos colaboradores también presionaron a las autoridades de otros estados en los que la victoria electoral fue para el futuro mandatario.
La victoria de Biden se oficializó el 14 de diciembre, cuando su triunfo fue confirmado por el Colegio Electoral.
Sin embargo, Trump se ha mantenido firme en su rechazo a reconocer el resultado de las elecciones y tiene la esperanza de revocar el resultado el miércoles, cuando las dos cámaras del Congreso se reunirán para ratificar la victoria de Biden, una ocasión que suele tener un valor meramente simbólico, pero que en este caso adquirió una mayor importancia por la postura intransigente del republicano, que sigue sin reconocer su derrota en las elecciones celebradas en noviembre.
Georgia también será clave para conocer la futura composición del Senado, ya que este martes se celebrarán allí los comicios en los que se elegirá a los dos senadores por dicho territorio, con lo que quedará definido qué partido se quedará con la mayoría en dicho órgano legislativo.