En un encuentro celebrado este domingo, el nuevo alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, perteneciente al centroderechista partido Demócratas, y el gobernador del estado, Claudio Castro, del derechista Partido Social Cristiano y quien actualmente está remplazando a Wilson Witzel, separado del cargo por corrupción, acordaron que la vacunación contra el coronavirus en su territorio comience durante este mes.

De acuerdo a lo que expresó Paes, citado por Folha de São Paulo, la ciudad y el estado acompañarán el cronograma que se estima será divulgado este lunes por el Ministerio de Salud federal que encabeza Eduardo Pazuello.

Hay expectativas por lo que pueda informar el jerarca, ya que por el momento la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) no autorizó la aplicación en el país de ninguna de las vacunas que ya están siendo administradas en aproximadamente 50 países del mundo.

Sin embargo, la Anvisa autorizó el sábado a la Fundación Oswaldo Cruz, institución científica de investigación y desarrollo de ciencias biológicas con sede en Río de Janeiro, a importar dos millones de dosis de la vacuna contra el coronavirus desarrollada en forma conjunta por el laboratorio AstraZeneca y la Universidad de Oxford.

El gobernador Castro dijo que su estado está “100% preparado” en caso de que la campaña de vacunación comience esta semana, sumándole un poco más de presión al gobierno de Jair Bolsonaro, que ya viene teniendo desde hace largas semanas una intensa guerra política con el gobernador de San Pablo, João Doria, respecto de la campaña de inmunización.

Por su parte el alcalde Paes, quien asumió su cargo el 1º de enero, dijo que la campaña de vacunación en Río podría comenzar el 20 de enero, lo cual sería “un lindo homenaje a san Sebastián”, santo patrono de la ciudad que es recordado anualmente ese día. De todas maneras, no hay ninguna confirmación oficial al respecto.

La idea del plan de vacunación esbozada por Paes y Castro es comenzar la campaña priorizando la vacunación de aproximadamente dos millones y medio de habitantes de Río de Janeiro, dándole prioridad al personal de la salud, los mayores de 75 años y las personas mayores que vivan en residenciales de ancianos.

Hasta este domingo, Río acumulaba más de 168.000 personas diagnosticadas con el virus y la cifra de muertes por covid-19 superaba las 15.000, de acuerdo a datos oficiales.

Brasil es uno de los países más afectados por la pandemia y por ello la situación que allí se vive no preocupa solamente a la población local, sino también en otras partes del mundo.

Prueba de esto fueron las declaraciones realizadas el sábado por el italiano Paolo Gentiloni, actual comisario para la Economía de la Unión Europea, quien mostró su disgusto por las imágenes de las playas repletas, contrastándolas con los últimos datos sobre el número de contagios y muertes por covid-19.

“He visto imágenes vergonzosas de Brasil. El promedio de la última semana son 36.000 casos y 700 víctimas por día por la pandemia”, escribió Gentiloni en su cuenta de Twitter, de acuerdo a lo que consignó el portal UOL.

Las imágenes de aglomeraciones en muchas partes de Brasil en el marco de la celebración del año nuevo, más allá de las medidas restrictivas vigentes, están causando gran preocupación entre los epidemiólogos, porque al mismo tiempo los números de casos detectados y de muertes están alcanzando niveles muy altos.

Una de estas aglomeraciones fue causada por el presidente Bolsonaro en una playa del litoral del estado de San Pablo en la que pasó el fin de semana junto con su familia. De acuerdo a lo que informaron medios brasileños, en la tarde del viernes el mandatario estaba paseando con una lancha en la localidad de Praia Grande y cuando se acercó a los bañistas, el ex capitán de 65 años decidió unirse a ellos y se tiró al agua.

Las imágenes de Bolsonaro rodeado de decenas de personas generaron muchas reacciones. Una de las más duras corrió por cuenta de Doria, el gobernador de San Pablo, quien expresó: “En el momento en que Brasil necesita paz y actitudes para combatir la pandemia y salvar vidas, el presidente Bolsonaro nos ataca una vez más, cobardemente. La inoperancia y el negacionismo del gobierno de este presidente estimularon la muerte de 194.000 brasileños por covid”.