La lista de interesados en ocupar los primeros lugares en el plan de vacunación del gobierno va en aumento, y ayer se sumaron la Asociación de Promotores Privados de la Construcción del Uruguay (Appcu) y la Cámara Uruguaya de Transporte, con el argumento de que los trabajadores de sus sectores están particularmente expuestos al contagio del coronavirus por las características de sus tareas. Aunque comparten el planteo de los empresarios, el Sindicato Único Nacional de la Construcción y Anexos (Sunca) y la Unión Nacional de Obreros y Trabajadores del Transporte (Unott) coinciden en que la prioridad, en este momento, es que se cumplan los protocolos sanitarios vigentes para sus respectivos sectores.
“La herramienta fundamental que tenemos ahora es el protocolo logrado el 13 de abril”, afirmó en diálogo con la diaria el presidente del Sunca, Daniel Diverio. El protocolo al que hace referencia es el que se firmó antes de la licencia especial por la emergencia sanitaria, que incluye la toma de temperatura, el uso de tapabocas, el distanciamiento social, el ingreso a las obras con distanciamiento y la ampliación de los comedores, entre otros elementos.
Diverio señaló que en el sindicato hay preocupación por “la salud de un montón de compañeras y compañeros nuestros que forman parte de la población de riesgo: insulinodependientes, oncológicos, embarazadas y mayores de 65 años de edad”; esto último porque la construcción “tiene la particularidad de que poder juntar años para jubilarse es muy difícil”. Además, otro factor de riesgo para el trabajador de la construcción es la “movilidad, porque las obras van terminando y van cambiando de lugar; nos trasladamos de departamento en departamento, pernoctamos y convivimos”, explicó.
“El protocolo es la herramienta fundamental que tenemos ahora, porque con el tema de la vacuna tenemos la misma incertidumbre que tiene el conjunto de la población: no tenemos claro ni cuántas son ni cuándo vienen ni cuándo se empiezan a dar”, reafirmó el dirigente. “Yo no sé si tenemos que tener la prioridad, eso lo tienen que analizar los que saben de eso; lo que sí decimos es que, si logramos que se cumpla el protocolo, podemos darle una posibilidad cierta de bajar la cantidad de contagios a ese sector de la población. Hoy tenemos herramientas en el protocolo que son para ahora, no para cuando lleguen las vacunas”, sugirió Diverio.
En la misma línea, Miguel Marrero, integrante del Ejecutivo de Unott, dijo a la diaria que el sindicato se reunió con autoridades del Ministerio de Salud Pública en diciembre para trasladar su preocupación sobre el incumplimiento de los protocolos en el sector, sobre todo en algunas empresas, y si bien plantearon su intención de estar incluidos en los primeros grupos del plan de vacunación, el énfasis estuvo puesto en que “las empresas aplicaran correctamente todos los protocolos de cuidado para los usuarios y para los trabajadores”, afirmó Marrero.
“El nivel de aplicación de los protocolos es muy distinto en unas empresas que en otras. En algunas está bastante bien y en otras hay problemas bastante graves”, como en el caso de Copsa, indicó Marrero. “También planteamos el tema de los aforos, que es muy distinto en el sector interdepartamental, donde está muy claro -ayer recibimos con beneplácito que el gobierno decidió extenderlo-, mientras que en el sector suburbano existe un protocolo que no pasa de la teoría: dice que pueden viajar sólo diez personas paradas, pero de hecho eso no pasa y prácticamente no hay controles”, señaló el dirigente. Además, agregó que “en el sector urbano no existe protocolo”. “Las autoridades dicen que existe un protocolo de hecho porque no hay mucha gente viajando, y en parte es verdad, pero también vemos que hay determinadas frecuencias en las que viaja muchísima gente, mucha más de la que debería”, consideró.
Según dijo Marrero, en la reunión realizada en diciembre las autoridades del Ministerio de Salud Pública informaron que los trabajadores del transporte “van a estar en un tercer escalón” en el plan de vacunación, “junto con los trabajadores del sector servicios y los policías”. “Nosotros planteamos que entendíamos que éramos personal de riesgo, que nadie está en contacto con 500 o 600 personas por día, salvo el personal del transporte; sin querer ponernos en un nivel de protagonismo especial, pero sí teniendo en cuenta que esa preocupación es por nosotros y nuestras familias, pero también por los cientos de miles de usuarios que día a día suben a las unidades”, afirmó Marrero, aunque insistió en que “el protocolo es lo fundamental”, porque “ese es el trabajo diario y la vacuna que tenemos desde el 13 de marzo”.
Este jueves, la Unott emitió un comunicado recordando que ha solicitado “desde los inicios de la pandemia” que a los trabajadores del sector se los tenga en cuenta como de “primera línea de riesgo”. En ese marco, piden al gobierno que se los “respete”, tanto en el seguro de enfermedad como en el acceso a las vacunas “con prioridad por riesgo”.