El Consejo Superior Tripartito del sector privado se reunirá en la tarde de este lunes para hacer una puesta a punto de lo que va de la novena ronda de los Consejos de Salarios, que tenía como fecha prevista de finalización este lunes 15. Sin embargo, según informó a la diaria el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Pablo Mieres, hasta el momento 40% de las mesas de negociación cerraron acuerdos, otro 20% está “muy cerca” de hacerlo y todavía continúan las negociaciones en 40% de los grupos y subgrupos. Si bien el jerarca aclaró que el plazo no es de “obligatoriedad normativa”, consideró que “hay necesidad de apurar” la finalización.

Mieres señaló que ese 40% que todavía está negociando “tiene un grado muy variado” de avance, y precisamente será este estado de situación el que se va a analizar en la instancia de este lunes para “tomar una nueva decisión”, indicó. “Tenemos algunos en momentos de definición, como es el caso de los frigoríficos, que han estado más complicados, pero que van a tener reunión esta semana”, repasó. También apuntó que hay diferencias en los tipos de acuerdo a los que se arribó hasta el momento: “Hay acuerdos de las tres partes, hay bipartitos y hay por votación [del Ejecutivo junto con una de las partes]”.

Al respecto, el director nacional de Trabajo, Federico Daverede, indicó que “de los que cerraron, 45% lo hicieron por acuerdo bipartito con abstención del Poder Ejecutivo y 32%, por acuerdo de las tres partes, que el Ejecutivo acompañó”.

“La ronda viene en términos bastante normales y nuestro objetivo es que se trate de cerrar las negociaciones antes de fin de noviembre. Hay un tema que tiene que ver con que los trabajadores siguen demorando en cobrar sus aumentos y a las empresas también estas cosas les generan retroactividades que tienen que pagar después todo junto”, sostuvo Mieres. Agregó que por estas razones “hay una necesidad de apurar”.

BCU: “desvíos” de la pauta del gobierno

El 11 de noviembre, en un comunicado el Comité de Política Monetaria del Banco Central del Uruguay (BCU) advirtió que “en los primeros acuerdos salariales logrados se han observado desvíos respecto de la pauta salarial propuesta por el Poder Ejecutivo, tanto en los ajustes nominales como en la frecuencia de los correctivos”, lo cual aumenta el “riesgo de indexación de la cadena de precios”, es decir, que los aumentos salariales se traduzcan en un alza de la inflación. Esta situación se enmarca en lo que el BCU describe como un escenario con un “fenómeno generalizado de inflación internacional más alta y persistente que lo esperado inicialmente”, y a nivel local con una inflación que sigue por encima del techo del rango meta (7%).

Efectivamente, algunos grupos alcanzaron acuerdos que se alejan de lo dispuesto en los lineamientos del Ejecutivo, que para los sectores “muy afectados” por la pandemia prevé un ajuste de 3% en enero de 2022 y para los “menos afectados” introduce pautas diferenciales según el tamaño de las empresas. Tal es el caso de la Unión Nacional de Trabajadores del Metal y Ramas Afines, que logró un acuerdo bipartito con 100% de recuperación salarial, y del Sindicato Nacional de Trabajadores y Trabajadoras de la Enseñanza Privada (Sintep), que se apresta a firmar un acuerdo esta semana.

El presidente del Sintep, Sergio Sommaruga, comentó a la diaria que la asamblea del sindicato aprobó la semana pasada por unanimidad los convenios para los siete subgrupos que componen la enseñanza privada, que en todos los casos aseguran que no haya pérdida de salario real durante los dos años, con ajustes cada seis meses a 100% de la inflación y sin estar condicionados a la cantidad de cotizantes en el Banco de Previsión Social. Además, agrega el cobro en cuatro cuotas del total de la caída del salario real de la octava ronda y crea una comisión tripartita para discutir la configuración de un marco normativo para el teletrabajo con fines pedagógicos.

Consultado sobre el mensaje del BCU, Sommaruga opinó que “establece una especie de techo de cristal sobre las condiciones de funcionamiento de los Consejos de Salarios”, lo cual es “una contradicción flagrante” con la postura del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, cuyo titular “dijo que las pautas del gobierno eran un piso y no un techo”, así como “con la propia razón de ser de los Consejos de Salarios”, opinó. “¿Dónde ponemos el eje de la preocupación? ¿En que la inflación tuvo un flujo creciente y eso se asocia a los convenios de no pérdida de salario? ¿O en generar políticas procíclicas de generación de empleo y reactivación del mercado interno? Me parece grave el mensaje, espero que mañana el ministerio reafirme lo que dijo tres o cuatro meses atrás, que es que las pautas son un piso y no un techo”, reflexionó.

Por su parte, Mieres opinó que la advertencia del BCU es “simplemente un componente de análisis” dentro del informe y subrayó que “son algunos los casos que se han apartado de los lineamientos del Poder Ejecutivo, no son todos ni mucho menos”. En tanto, Daverede destacó que en el porcentaje que ya cerró acuerdos “hay distintas fórmulas”, entre ellas, “algunas que solamente se separan en cuanto al correctivo general” y otras que “dejaron por fuera la distinción entre micro, pequeñas y medianas empresas”.

“No son los salarios que estaban generando inflación”

La economista del Instituto Cuesta Duarte del PIT-CNT Alejandra Pico calificó los acuerdos que superan los lineamientos del Ejecutivo como un “triunfo” del movimiento sindical, “en la medida en que el objetivo de los trabajadores para esta ronda era, en primer lugar, no seguir perdiendo salario real, y para eso las dos cosas tienen que ir bastante alineadas –los ajustes que se incorporan y la inflación–, y empezar a recuperar la caída lo antes posible”. No obstante, señaló que hay que esperar por lo que suceda con los grupos que todavía están negociando, para confirmar si se consolida la tendencia o no. “Vamos a ver qué pasa, porque muchas veces los que firman primero son los que tuvieron más chances de acuerdo entre las partes”, indicó.

Pico explicó que “uno de los objetivos de los trabajadores en la negociación es incorporar expectativas de inflación que sean más realistas que las que está planteando el gobierno”, dado que “si uno mira los dos años para los que se estaba planteando la negociación, había una diferencia de unos tres puntos entre las estimaciones que planteaba el gobierno y las expectativas de los analistas privados”. En ese sentido, indicó que la intención de los sindicatos en la negociación “es incorporar expectativas más realistas, o achicar la periodicidad de los correctivos, o que no estén condicionados al empleo”.

Por lo anterior, Pico opinó que “la inflación debería empezar a alinearse a las proyecciones que había planteado [el gobierno] para que los trabajadores las incorporen como ajuste realista. Si no, es difícil pedir, cuando ya están desalineados, que sea a partir de ajustes más bajos que eso se vaya a alinear”. Asimismo, señaló que el informe del Comité de Política Monetaria del BCU “dice que hay presiones internacionales a la suba” y que “no son los salarios, hasta ahora –porque además el salario real venía cayendo–, los que estaban generando inflación”.

Asimismo, la economista señaló que “en la medida en que esas dos cosas no se alinean” –en referencia a las proyecciones del gobierno y la inflación–, la “recuperación que se está planteando para los convenios, en el mejor de los casos, se va a terminar dando cuando se pague el correctivo”, con lo que la pérdida salarial se recuperaría “recién después de dos años”.