Los dirigentes de la Federación de Ancap (Fancap) convocaron este viernes a una conferencia de prensa para comunicar que lamentaban el “desperfecto” que ocurrió en la refinería de la Teja tras el paro total de 24 horas, pero recalcaron que esto ha sucedido en otras oportunidades, que se trata sólo de una unidad de la refinería -no su totalidad- y que se realizaron los máximos esfuerzos para evitar esta situación.
Este jueves, el presidente de la petrolera estatal, Alejandro Stipanicic, y el ministro de Industria, Energía y Minería, Omar Paganini, anunciaron en rueda de prensa que durante la puesta en marcha había surgido un problema que implicaría retrasar la vuelta a la operativa normal, como consecuencia de la “interrupción de la producción” por medidas sindicales. En concreto, se trató de un problema en la unidad de cracking catalítico, y el ministro sostuvo que, como habían “advertido”, “la parada sin planificación podría tener daños”, y esto ocurrió en “una unidad importante de la planta que sufre un defecto grave”.
Durante la conferencia de este viernes, Fancap puntualizó que el paro fue parte del “plan de lucha en defensa de la industria cementera estatal”, dado que el gobierno tomó la decisión de “transitar un camino con privados”, algo que “claramente es una privatización que contraviene la opinión popular” del referéndum de 2003. En paralelo, el directorio de Ancap denunció el convenio colectivo, por lo que el sindicato comunicó a las autoridades que “al haber caído el acuerdo, caía también la responsabilidad de hacer guardias gremiales, que garantizan el proceso complejo de la refinería”.
El Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) convocó a las partes y, según relató Rodríguez, la posición de Fancap fue en todo momento “evitar parar la refinería”. En esa línea, le propuso al directorio extender el convenio colectivo -que tuvo 28 años de vigencia- sólo por 15 días más”, ya que culminaba el 31 de diciembre.
Ante la negativa de Ancap, se trasladaron hasta la refinería para reunirse con la gerenta de refinación y los técnicos y garantizar un detenimiento de la operativa de forma segura. En el diálogo con las autoridades, recalcó Rodríguez, “nosotros pedimos que quedara en actas que la responsabilidad total era de Ancap”, es decir, que “no hubo control obrero del paro” de la refinería. En ese sentido, “nos piden una guardia de seguridad compuesta por 20 trabajadores y nuestra respuesta no sólo fue afirmativa sino que estábamos de acuerdo hasta con subir esa guardia mínima de paro”.
Según indicó, durante las 24 horas del paro no se registró ninguna dificultad y en la puesta en marcha surgió el desperfecto de un área específica, la única que tuvo que suspender la vuelta a la actividad. “Si bien hubo que detener esa unidad, el resto de la refinería continúa la puesta en marcha y hoy está operando normalmente”.
“Para nosotros es muy importante que exista la transmisión de la información respetando todo lo que se hizo y cómo actúa cada parte”, apuntó Rodríguez, y señaló que todo esto consta en las actas del MTSS. Mencionó que en las últimas horas se han dado “muchísimas acusaciones, que no vamos a responder, y nos centraremos en cómo sucedieron los hechos”. Según sostuvo, “en un momento de tensión y situación delicada queremos apostar al diálogo con las autoridades de Ancap y el MIEM; no vamos a responder a los agravios y acusaciones, para eso está el área jurídica de Fancap”, que hará un seguimiento de todas las acusaciones que no son ajustadas a la realidad para evaluar acudir ante los organismos.
Rodríguez señaló que la decisión de parar la refinería no fue del sindicato, sino de la administración. “Si llegamos a ese extremo fue por la intransigencia de Ancap, y no por el sindicato”, recalcó. De todas formas, señaló que no quieren obstaculizar un acuerdo, y que el motivo de la conferencia era aclarar con información que “nosotros procedimos de acuerdo a derecho”. “Si nos convocan ya mismo, vamos a reunirnos con Ancap, pero para bailar se necesitan dos”, señaló.
“Responsabilizar a Fancap de este desborde sindical”
El senador del Partido Nacional Sebastián da Silva sostuvo en diálogo con la diaria que el detenimiento de la refinería “tiene consecuencias objetivas” y él se encuentra analizando el tema con el abogado Juan Andrés Ramírez, “para cuantificar el daño y a partir de ahí tomar una decisión”. En ese sentido, manifestó que no descarta un juicio, porque Fancap “traspasó todos los límites”, ya que “había conciencia de riesgo clara por parte del sindicato e igual bajaron la llave de la refinería”.
El legislador sostuvo que “son circunstancias que marcan un desborde sindical” porque ellos “eran conscientes de que esta situación lamentable podía acontecer y no les importó nada. En el caso de Fancap, que tiene personería jurídica, deberían ser los responsables de la reparación del daño y que no sean los uruguayos”, dijo a Subrayado.
Según comentó, “cuando hay un desborde y nadie lo frena, lo termina pagando la gente más humilde, la producción nacional y todos los uruguayos. Estamos en diciembre, viene la temporada de verano, no es momento de tener que arreglar las consecuencias de un sindicalismo inmaduro”.