“¡Es-pec-ta-cu-lar!”, escribió en Twitter Cristina Fernández, vicepresidenta de Argentina, acompañando dos capturas de pantalla, una del tuit de The Lancet y otra de la nota de Página 12, que divulgaron los resultados de la efectividad de la vacuna Sputnik V contra el coronavirus.

Fernández, de 67 años, recibió la vacuna rusa, la única que ha llegado a Argentina, el 24 de enero en el hospital Presidente Perón, en Avellaneda. Fue vacunada por el propio viceministro de Salud de Buenos Aires, Nicolás Kreplak.

Si bien la campaña de vacunación con la Sputnik V comenzó en Argentina el 29 de diciembre, los mayores de 60 años no estaban autorizados a recibirla. Recién el 21 de enero pasado la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) recomendó al Ministerio de Salud su administración a mayores de 60.

“Luego de analizada la nueva información aportada para la vacuna VacunaGam-COVID-Vac (Sputnik V), se estableció, por medio del informe de ampliación, que la misma se encuentra en un margen aceptable la seguridad, inmunogenicidad y eficacia para el grupo etario de mayores de 60 años”, dice el informe de Anmat, según había consignado Página 12. El mismo día en que se conoció la recomendación, el presidente, Alberto Fernández, se dio la primera dosis y volvió a afirmar que su prioridad es que la vacuna llegue a la mayoría de los argentinos lo más rápido posible. El gobierno argentino estima que será necesario vacunar a más de siete millones de personas mayores de 60 años.

Ayer se supo que el presidente Fernández aceptó adquirir un millón de vacunas a la china Sinopharm, en una negociación con opción a 30 millones de dosis. Sin embargo, el precio de esta vacuna es el doble de la Sputnik V, por lo que el gobierno argentino continuará negociando por el resto de las dosis. El contrato argentino ya está en manos de las autoridades chinas para su firma.

En tanto, según la secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti, el gobierno argentino tiene previsto recibir entre 50 y 70 millones de dosis de la Sputnik V, entregas que están demoradas, pero también negocia con AstraZeneca y con otros laboratorios por las que llegarían por el mecanismo Covax.