En 1941, la dictadura de Francisco Franco conformó una división de Infantería con voluntarios españoles para combatir junto a la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial. 50.000 españoles y portugueses integraron la 250ª División de Infantería o División Azul, que tuvo su batalla clave el 10 de febrero de 1943 en Krasni Bor, cuando casi 6.000 soldados españoles junto a un número desconocido de alemanes se enfrentaron a más de 40.000 rusos, dando una victoria táctica que permitió al Eje mantener el sitio a Leningrado.

Los recuerdos de esos soldados franquistas llegaron a 2021 en forma de un homenaje realizado por manifestantes neonazis cerca del cementerio de La Almudena, en Madrid, evento que ahora es investigado de oficio por la Fiscalía española.

El sábado se reunieron alrededor de 300 personas en la capital española para conmemorar la batalla. En un video publicado por la agencia rusa Ruptly se observa a los participantes realizando el saludo nazi, así como portando banderas de la España franquista y otras con el mensaje “anticomunista”.

A su vez, los participantes del evento cantaron “Primavera”, una versión de la canción rusa “Katyusha”, que, si bien surgió como un tema sobre la Segunda Guerra Mundial desde la perspectiva soviética, algunos cambios en la letra la convirtieron en un himno de los soldados españoles que combatieron con los nazis y entrado el siglo XXI, según un informe del portal La Marea en 2020, una versión rockera de “Primavera”, acompañada por el correspondiente saludo nazi, fue coreada el 8 de diciembre de 2019 por miembros de la Brigada de Paracaidistas en un cuartel de la sierra madrileña.

Entre los oradores del acto celebrado el sábado destacaron dos personas: una mujer que exclamó consignas contra los judíos y un sacerdote que se despachó contra el pensamiento marxista.

La joven es Isabel Medina Peralta, líder de la Sección Nacional Femenina, un sector de La Falange que retomó sus actividades recientemente.

“Es nuestra suprema obligación luchar por España, luchar por Europa, ahora débil y liquidada por el enemigo. El enemigo siempre va a ser el mismo, aunque con distintas máscaras: el judío. El judío es el culpable y la División Azul luchó por ello”, exclama en las imágenes que desde el sábado son divulgadas en diferentes plataformas de internet.

El religioso es Javier Utrilla, sacerdote de la corriente lefebvrista, que en su discurso planteó que “el marxismo, igual que ayer en la época de la Segunda Guerra Mundial, y hoy también, ha intentado turbar la paz de nuestra sociedad, turbar la paz de los espíritus y, sobre todo, quitar al que es el príncipe de la paz, nuestro señor Jesucristo”.

Los lefebvristas –seguidores del arzobispo francés Marcel Lefebvre– son católicos que se oponen a las reformas establecidas tras el Concilio Vaticano II, en particular a la que plantea la libertad religiosa, el ecumenismo y el conciliarismo, por entender que responden a una agenda liberal. En declaraciones al portal español Religión Digital, el Arzobispado de Madrid indicó que Utrilla no es uno de sus miembros y se desmarcó de su participación en el acto del 13 de febrero argumentando que rechaza “toda violencia y persecución religiosa”.

La Federación de Comunidades Judías de España anunció el lunes que presentaría una denuncia por las proclamas antisemitas del acto homenaje a la División Azul. En un comunicado publicado en su página web, esta entidad consideró que es “inadmisible que en un Estado de pleno derecho y sólida democracia como es España, queden impunes las acusaciones allí vertidas”.

Este martes el diario El Mundo informó que la Fiscalía de Madrid inició una investigación de oficio sobre el acto, entendiendo que las proclamas antisemitas pueden configurar un delito de odio.

La Fiscalía pidió a la Comunidad de Madrid información sobre la convocatoria y la autorización de la manifestación, al tiempo que solicitó a la Brigada Provincial de Información que aporte datos sobre los lemas, las pancartas, las reseñas de consignas, las banderas exhibidas, las incidencias, la asistencia de grupos violentos, los altercados sucedidos durante el acto “y cualquier otra actuación que pudiera ser constitutiva de delito”.

El acto fue organizado por el grupo ultraderechista Juventus Patriota y recibió el apoyo de otros grupos, como España2000 y La Falange.