El Parlamento de Galicia aprobó ayer una reforma de la ley de salud gallega que establece multas para infracciones sobre la salud pública, entre ellas la “negativa injustificada” a la vacunación contra el coronavirus. La votación fue aprobada con los votos del sector gobernante en Galicia, el Partido Popular (PP), y la negativa de Bloque Nacionalista Galego y el Partido Socialista de Galicia.

La propuesta, que ya fue rechazada por el ejecutivo de Pedro Sánchez en diciembre, permitiría al gobierno autónomo gallego aplicar una serie de medidas en situación de pandemia como las multas por negarse a ser vacunado, no llevar tapabocas o la facultad de ordenar confinamientos, según informó el portal Público.

Los partidos de la oposición criticaron esta “vacunación obligatoria” por considerar que sólo servirá para “dar alas a los negacionistas” de la pandemia. Mientras, el PP rechazó esa “supuesta obligatoriedad”, ya que asegura que sólo se podrá establecer “en circunstancias muy concretas”.

Esta reforma establece un régimen de sanciones, el capítulo que más críticas recibió, con multas de 1.000 a 600.000 euros, según tres niveles: leve, grave y muy grave.

Si bien la mayoría de casos estarían contemplados como leves, existe un supuesto en que la negativa a inyectarse la vacuna podría acarrear sanciones mucho mayores, de más de 60.000 euros, si dicho caso “pueda suponer un riesgo o un daño grave o muy grave para la salud de la población”.