Mientras la campaña de vacunación avanza a ritmo bastante lento en todo el país, el gobernador del estado de San Pablo, João Doria, anunció el martes que se decretará un toque de queda entre las 23.00 y las 5.00 a partir del viernes y que durará dos semanas.
La medida adoptada por el jerarca del centroderechista Partido de la Social Democracia Brasileña apunta a detener el aumento de personas internadas con covid-19 en unidades de tratamiento intensivo. Según informaron medios brasileños, solamente esta semana el aumento de casos que tuvieron que ser derivados a tratamiento intensivo fue de 9,1% y, según estimaciones, si nada cambia en tres semanas ya no habrá camas de terapia intensiva en el estado.
Actualmente las tasas de ocupación en terapia intensiva son de 69% en el estado y de 69,3% en el área urbana de la ciudad de San Pablo. De acuerdo con datos oficiales, San Pablo suma ya más de dos millones de casos de coronavirus y algo más de 58.000 muertes por la enfermedad.
Al momento de realizar el anuncio Doria expresó que “la restricción tiene como objetivo evitar eventos y aglomeraciones innecesarias, ya que eso multiplica los contagios y aumenta el riesgo de muertes”.
Las aglomeraciones estarán prohibidas las 24 horas, y en caso de contravención a esta norma se aplicarán multas. La vigilancia sanitaria estará a cargo de las autoridades estaduales en la materia, quienes además contarán con el apoyo de la Policía Militar.