“La democracia está amenazada y el Estado de derecho está en peligro”, expresó el vocero del Sector Popular Democrático, André Michel, en conferencia de prensa, convocada para condenar una veintena de detenciones ilegales de opositores al gobierno del presidente Jovenel Moise, realizadas en las últimas horas de ayer. Michel calificó las detenciones como “una verdadera represión sistemática”, y llamó a la población a manifestarse en las calles para reclamar la salida de Moise, según informó Efe. Para la oposición, la presidencia de Moise terminaba ayer, pero este sostiene que tiene un año más de mandato.

En Haití, el presidente tiene un mandato de cinco años. La discrepancia está sustentada en cómo se interpretan los hechos: la primera vuelta de las elecciones de octubre de 2015, en las que Moise fue el más votado, se anularon por denuncias de fraude. Por esto, el 7 de febrero de 2016 asumió como mandatario el presidente del Senado, Jocelerme Privert, durante 12 meses. En noviembre de 2016 se realizaron nuevos comicios, y Moise volvió a ganar, esta vez en primera vuelta, con 55,67% de los votos. Asumió como presidente el 7 de febrero de 2017, pero para la oposición su mandato empezó en 2016, de acuerdo a la interpretación que hacen de un artículo de la Constitución haitiana.

Uno de los detenidos ayer fue el juez Ivickel Dabrésil, de la Corte de Casación, máxima autoridad judicial del país, a quien el ministro de Justicia, Rockefeller Vincent, lo acusó de “hacer un complot para dar un golpe de Estado” y quitar a Moise de la presidencia. Los partidos opositores habían anunciado que querían que asumiera la presidencia interinamente un juez de la Corte de Casación.

Ayer hubo manifestaciones en las calles de Puerto Príncipe, Cabo Haitiano, Mirebalais y Les Cayes para exigir la renuncia de Moise. Según el calendario de Moise, que apoya la Organización de Estados Americanos, este año deberán realizarse elecciones. Moise es cuestionado también porque desde enero de 2020 gobierna por decreto, tras disolver el Parlamento sin convocar a elecciones para su renovación.