La ministra de Vivienda y Ordenamiento Territorial, Irene Moreira, lanzó este lunes una herramienta que tildó de “revolucionaria” y que busca facilitar y dinamizar la construcción de viviendas en el país por medio de mecanismos no convencionales de construcción.

Según dijo Moreira, la herramienta “va a ser fundamental para tratar de construir el metro cuadrado a un valor mucho menor”. La ministra aseguró que, a pesar de esto, la construcción no perderá calidad. “Queremos entregar viviendas dignas para uruguayos que están pasando necesidad”, sostuvo.

En concreto, lo que anunció Moreira es la aprobación del Reglamento para Registro de Sistemas Constructivos No Tradicionales por Declaración Jurada. Según dijo, este regulará “el otorgamiento, renovación, suspensión y retiro, así como el control y ejecución de obras que utilicen sistemas constructivos no tradicionales”. Asimismo, existirá un “certificado de incorporación” a este sistema.

La jerarca aseguró que actualmente el trámite para construir en Uruguay es muy engorroso, ya que el Documento de Aptitud Técnica (DAT), el actual trámite para construir con mecanismos alternativos, lleva entre un año y medio y ocho años.

La ministra sostuvo que el precio final de la construcción variará en función del sistema alternativo, pero actualmente, por medio de la vivienda promovida, “estaba en 2.200 o 2.400 dólares [por metro cuadrado] y a eso es a lo que no queremos llegar”. Según Moreira, “eso deja de ser social”. “Hemos tratado de que como máximo no puede superar los mil o mil y algo de dólares el metro cuadrado”, expresó. Durante la conferencia, la ministra sostuvo que el déficit habitacional del país ronda entre 60.000 y 70.000 viviendas. “Estamos trabajando para los más frágiles”, aseguró.

Desde que comenzó su gestión, Moreira viene impulsando la posibilidad de instalar mecanismos alternativos en la construcción, y ha hecho énfasis especialmente en la madera. Ya en agosto, la ministra había anunciado que buscaría flexibilizar el DAT.

En la ley de presupuesto, el gobierno incluyó un artículo que declaraba de interés general el uso de la madera para fines constructivos.