La cancillería de Argentina emitió un comunicado muy crítico con la actuación del Grupo de Lima y “formalizó su retiro” de ese espacio integrado por 14 países. Manifestó que las acciones que se han impulsado desde allí, “buscando aislar al gobierno de Venezuela y a sus representantes, no han conducido a nada”. El texto recuerda que desde que Alberto Fernández asumió la presidencia, Argentina “nunca participó en reuniones ni firmó documentos” del grupo. El país se había integrado a ese ámbito por decisión del presidente anterior, Mauricio Macri.

El comunicado afirma que “la participación de un sector de la oposición venezolana como un integrante más del Grupo de Lima” ha conducido a que se adopten posiciones que el país “no ha podido ni puede acompañar”. Agregó que “continuará sosteniendo su compromiso con la estabilidad en la región, y buscará encaminar soluciones pacíficas, democráticas y respetuosas de la soberanía y de los asuntos internos de cada Estado”.

En este sentido, llamó a un diálogo “inclusivo”, que “no favorezca a ningún sector en particular” y que apunte a celebrar elecciones que sean “aceptadas por la mayoría” y cuenten con “control internacional”. Señaló que la mayor responsabilidad de que las condiciones para ese diálogo “sin exclusiones” se cumplan recae en las autoridades venezolanas.

El gobierno de Fernández agregó que “en un contexto en el que la pandemia ha hecho estragos en la región, las sanciones y bloqueos impuestos a Venezuela y a sus autoridades, así como los intentos de desestabilización ocurridos en 2020, no han hecho más que agravar la situación de su población y, en particular, la de sus sectores más vulnerables”.