Los secretarios de Salud de los estados brasileños publicaron este lunes un comunicado en que que afirman que Brasil vive el “peor momento de la crisis sanitaria” provocada por la pandemia de coronavirus y le reclaman al gobierno federal que adopte medidas para evitar un colapso en todo el país.

Entre las acciones recomendadas, se incluye la adopción de un toque de queda en todo el país entre las 20.00 y las 6.00, excluyendo las actividades esenciales, y los cierres de actividades en regiones “donde haya una ocupación de camas de terapia intensiva superior a 85% y con tendencia al aumento de casos y muertes”.

El documento está firmado por Conass, entidad que engloba a los 27 directores estaduales de salud del país. En el texto, dirigido a la “población brasileña” y citado por el diario Jornal de Brasilia, el grupo citó la falta de coordinación nacional como uno de los factores que desalentaron la adhesión a las medidas mínimas de prevención.

Alertando sobre la situación, el grupo dice que el agravamiento de la epidemia en varios estados “está llevando al colapso de sus redes de asistencia, tanto públicas como privadas, y al riesgo inminente de extenderse a todas las regiones de Brasil”.

“Lamentablemente, la baja cobertura de vacunación y el lento suministro de vacunas todavía no permiten revertir esta situación en el corto plazo”, se señala en el documento.

Los secretarios de Salud además pidieron al gobierno de Jair Bolsonaro “considerar el cierre de aeropuertos y transporte interestatal”, tomar medidas para reducir el hacinamiento en el transporte público y aumentar la realización de testeos.

“Entendemos que las medidas propuestas únicamente pueden ser llevadas a cabo por los gobernadores y alcaldes si se establece en Brasil un Pacto Nacional por la Vida que reúna a todos los poderes, sociedad civil, representantes de la industria y el comercio, de las grandes instituciones religiosas e instituciones académicas del país, mediante autorización expresa y determinación legislativa del Congreso Nacional”, se expresa en el documento.

Pero a pesar del colapso sanitario al que se aproxima el país, Bolsonaro piensa que las cosas no van tan mal como se dice, y en ese sentido este lunes, durante uno de sus habituales encuentros con simpatizantes que van a saludarlo al Palacio de la Alvorada, la residencia presidencial, en Brasilia, el mandatario dijo que “no le erró en ninguna” de sus previsiones sobre la crisis sanitaria.

“Tengo una nota de la prensa de ayer y la comparé con otra de hace casi un año, diciendo que el número de suicidios entre los jóvenes aumentó durante la pandemia. El año pasado yo dije que la depresión llevaba al suicidio y me dijeron de todo. Ayer reconocieron que yo tenía razón”, afirmó el excapitán de 65 años de edad, según informó O Globo.

Entonado, Bolsonaro dijo ante su auditorio que, aunque no le gustaba hablar de él, “no le erró en ninguna” de sus previsiones sobre la pandemia. “No se precisaba ser muy inteligente para darse cuenta. Sólo había que tener un mínimo de criterio”, expresó el presidente brasileño.

Según recordó el portal Brasil247, en marzo del año pasado, cuando la pandemia comenzó a expandirse por todo el país y preocupaba a las autoridades sanitarias de todo el mundo, Bolsonaro dijo que el nuevo virus no mataría más de 800 personas en el país. Ese número se alcanzó apenas tres semanas después, y actualmente las personas que murieron portando el virus han sido más de 255.000, según datos oficiales.

En abril del año pasado, el presidente, quien sigue defendiendo el tratamiento precoz del coronavirus con cloroquina, fármaco que no tiene el aval científico para tal fin, dijo “el virus se está retirando del país”, pese a que los números marcan lo contrario y hace pocos meses, en diciembre, cuando la cifra de muertes en el país ya superaba las 200.000, Bolsonaro ya había expresado que Brasil estaba entrando en el final de la pandemia.