Por tres votos a favor y dos en contra, la Segunda Cámara del Supremo Tribunal Federal, la máxima instancia de la Justicia brasileña, le dio la razón al pedido presentado por la defensa del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva en el año 2018 y declaró al exjuez Sérgio Moro parcial en la causa del tríplex de Guarujá, por lo que este caso, que llevó al expresidente a la cárcel, fue declarado nulo.

Para que se llegara a esta determinación fue decisivo el cambio de posición de la ministra Cármen Lúcia, que en 2018, cuando se inició el estudio de este caso, votó a favor de Moro, pero ahora se mostró favorable al pedido de habeas corpus interpuesto por los defensores legales de Lula.

Con esta votación se reconoció la actuación sesgada y parcial de Moro, lo que llevó a la anulación de todo el proceso, desde la fase de recolección de pruebas y testimonios hasta el veredicto final. Con ello se confirma la elegibilidad de Lula para las elecciones presidenciales que se realizarán el año que viene, que ya había sido restablecida por la nulidad del proceso por la incompetencia del tribunal determinada por el ministro Edson Fachin hace algunas semanas. Este martes los ministros Fachin y Kássio Nunes Marques votaron en contra del recurso de Lula y, a favor, además de Cármen Lúcia, lo hicieron los ministros Gilmar Mendes y Ricardo Lewandowski.

Al emitir su voto, Cármen Lúcia dijo que cambió de posición porque “otros datos que se adjuntan al expediente me llevaron a tomar una posición diferente”, y reforzó que “hubo parcialidad” por parte de Moro durante el proceso y que toda persona tiene derecho a “un juicio justo”. “Por tanto, impone el reconocimiento de lo que aquí se divulga como una sospecha”, declaró Lúcia, de acuerdo con lo que consignó la revista Fórum.

Al argumentar su posición, la ministra siguió lo dicho anteriormente por el ministro Gilmar Mendes, quien afirmó que ni siquiera consideró en su voto los mensajes entre los abogados de Moro y los fiscales de la operación Lava Jato obtenidos y divulgados por el sitio periodístico The Intercept a mediados del año 2019. Lúcia citó hechos que ya estaban en el expediente antes de que se difundieran los mensajes, como la conducta coercitiva hacia Lula determinada por Moro. Lúcia también destacó que la concesión del pedido de habeas corpus de la defensa de Lula se trata de un caso específico, que no debe afectar a otros procedimientos realizados en el marco de la operación Lava Jato.

A propósito de esto último, la ministra expresó: “No creo que el procedimiento se extienda a nadie, que la parcialidad se extienda a nadie o llegue a otros procesos. Porque aquí estoy tomando en consideración algo que ha sido probado por el peticionario con respecto a este caso. Esta peculiar y exclusiva situación de él me obliga a apegarme a esta sentencia, a esta condición única demostrada en relación con el comportamiento del juez de instrucción en relación con este juicio”.

En la sesión sobre este caso que se había iniciado el 9 de marzo, Gilmar Mendes, al votar por la parcialidad del exjuez, manifestó: “El magistrado [Sérgio Moro] manejó los efectos de la exposición mediática del imputado. La opción de provocar y no esperar a que se pruebe garantizaba que el juez estaba a la vanguardia de una narrativa que culminaría en la consagración de un verdadero proyecto de poder que incluía la deslegitimación política del Partido de los Trabajadores, en especial del expresidente Luis Inácio Lula da Silva para mantenerlo alejado del juego electoral”.

El ministro también reconoció que el juicio es el “mayor escándalo judicial de nuestra historia” y leyó extractos de los mensajes divulgados por The Intercept, que difundió los datos a los que accedieron piratas informáticos que intervinieron los teléfonos celulares de Moro y los abogados y fiscales de la operación Lava Jato.

Este martes el clima en la sesión virtual llegó a calentarse, cuando Mendes tildó al ministro Nunes Marques de ser un “cobarde”.

“Detrás de la técnica de no reconocer el habeas corpus se esconde un cobarde. Un buen ladrón se salvó, pero no hay salvación para un juez cobarde”, sentenció Mendes.