Pasó una semana para que el presidente argentino, Alberto Fernández, anunciara quién iba a ser el reemplazo de la saliente ministra de Justicia, Marcela Losardo. Finalmente, el mandatario se decidió este lunes por el diputado kirchnerista Martín Soria, quien asumirá el cargo rodeado de críticas de la oposición por su vínculo con la vicepresidenta Cristina Fernández, quien enfrenta varios litigios en los tribunales.

Desde la Casa Rosada se repitió que la decisión fue tomada por el presidente “a puertas cerradas”, pero desde la oposición acusan de haber puesto el nombre de Soria sobre la mesa porque cuenta con la aprobación de la vicepresidenta.

Soria es hijo del exgobernador de Río Negro Carlos Soria y actualmente integra en Diputados las comisiones de Justicia y de Juicio Político, desde donde criticó varias veces a la Justicia Federal, una de las principales áreas en las que deberá concentrarse en su nuevo puesto, recuerda La Nación. Asimismo, desde el Parlamento batalló por la reforma del Poder Judicial y denunció el lawfare contra dirigentes opositores en tiempos del macrismo, así como el poder de los medios hegemónicos.

Según agrega el periódico, Soria fue sobreseído el viernes en una causa que investiga el cobro de aportes voluntarios a funcionarios del gabinete municipal.

Luego de que se conociera la designación de Soria como ministro de Justicia, la oposición no tardó en marcar su postura. La diputada nacional Mariana Zuvic escribió en Twitter que Soria sería “ministro de la impunidad”, mientras que el exministro de Cultura Pablo Avelluto dijo en TN que el nombramiento busca garantizar “la impunidad de una sola persona”.

También en TN el diputado nacional del PRO por la ciudad de Buenos Aires Pablo Tonelli opinó que Soria es parte de un plan contra la Justicia. “Para controlarla, para amedrentar y, en la medida de lo posible, dominar a los jueces independientes. Es decir, nada bueno espero de esta designación”. Agregó que “Soria se ha caracterizado por múltiples denuncias, por múltiples acusaciones, contra jueces, contra dirigentes políticos. No me parece que tenga la prudencia, la mesura y el equilibrio que uno desearía que tenga un ministro de Justicia”.

En declaraciones que dio este martes a Radio 10, Soria dijo que una de sus aspiraciones “es terminar con el lawfare, con las operaciones judiciales: lo dijo el presidente el primer día que asumió y cada una de las acciones, así como sus discursos, tienen que ver con ese lineamiento y con lograr un cambio en el Poder Judicial”, señaló.

“Conmigo no van a contar para recibir a escondidas a jueces y fiscales”, afirmó, y cuestionó: “Tenemos una Corte que fue complaciente cuando algunos camaristas tiraron todo lo que aprendimos en la facultad por la ventana”.

Respecto de las acusaciones de la oposición, se defendió negando de plano la posibilidad de cambiar jueces: “La impunidad es el caballito de batalla de ellos, pero acá no existe la más mínima posibilidad de cambiar jueces”, y añadió que la vicepresidenta “es lo que menos quiere, ya que como querría cualquier ciudadano que es acusado, quiere que sea la propia Justicia la que determine que no hizo nada”.