Un informe dado a conocer el jueves por la Organización Mundial de la Salud (OMS) reportó que, en las últimas 24 horas, Brasil registró el mayor número de nuevas infecciones de coronavirus en el mundo, superando a Estados Unidos, el país más afectado por la pandemia.
De acuerdo al informe consignado por el portal brasileño UOL, con la marca alcanzada Brasil “profundizó su posición como uno de los escenarios más dramáticos de la expansión de covid-19 en el mundo”. La situación es tal que, de cada cuatro casos nuevos registrados del virus, uno se reportó en Brasil.
Según la OMS, en las últimas 24 horas Brasil registró casi 60.000 casos nuevos, contra 57.800 de Estados Unidos. De acuerdo a lo que se explicó en la nota de UOL, las informaciones divulgadas por la OMS se basan en los números oficiales informados por cada uno de los países. La realización de dicha tarea, que implica recolectar datos de más de 190 países, implica un retraso en los números de la OMS en comparación con otros seguimientos de casos hechos por entidades privadas o institutos de investigación.
En el relevamiento realizado por la OMS también se indica que Brasil se encamina a superar los números de contagios semanales de Estados Unidos. En los últimos siete días Brasil sumó 389.000 nuevos casos, contra 448.000 del país norteamericano. Pero la tendencia indica que mientras que en el país sudamericano los números de contagios y muertes siguen en ascenso, en Estados Unidos se está comenzando a sentir el impacto de la campaña de vacunación masiva y las infecciones tienden a descender.
En este marco, Río de Janeiro siguió la acción de otras ciudades y estados del país y decidió imponer medidas para intentar contener los contagios. En principio, desde este viernes y hasta el jueves de la semana que viene habrá restricción de horarios para bares y restaurantes y estarán prohibidas las fiestas y actividades comerciales en las playas.
Según la nueva normativa, se prohibirá permanecer en los espacios públicos, plazas y calles entre las 23.00 y las 5.00, aunque sí estará permitida la circulación, de acuerdo a lo que informó Folha de São Paulo.
Los bares, cafeterías y restaurantes sólo podrán abrir de 6.00 a 17.00, con 40% de su capacidad, incluso en los shoppings y otros centros comerciales. Las demás actividades con servicio presencial pueden operar entre las 6.00 y las 20.00, también con el mismo aforo.
En el decreto se especifica que estará prohibida durante el lapso anunciado cualquier actividad comercial o prestación de servicios en las playas y en la rambla carioca, así como eventos y fiestas en lugares públicos o privados, discotecas y salas de conciertos. Los servicios considerados esenciales no están incluidos en las restricciones: la asistencia sanitaria y veterinaria, las farmacias, las estaciones de servicio, las tiendas de venta de alimentos, el transporte, el reparto a domicilio y otros “trabajadores de actividades que no admiten ser paralizadas”.
Es la primera vez que Río restringe actividades desde que reabrió la actividad a mediados del año pasado. Incluso cuando los casos y las muertes volvieron a aumentar a fines de 2020, las actividades económicas y los espacios de ocio permanecieron abiertos.
El estado actualmente tiene 66% de sus camas de terapia intensiva ocupadas, pero la capital estadual está en peor situación. Desde noviembre, el municipio ha mantenido un índice por encima de 80% y alcanzó a 91% el jueves.
El alcalde Eduardo Paes, perteneciente al partido centroderechista Demócratas, que se había resistido a adoptar reglas más estrictas como otras ciudades, argumentando que los datos locales apuntaban a una reducción de la enfermedad, dijo en una conferencia de prensa este jueves que la intención de su medida es anticipar un colapso sanitario.
Según él, la decisión se tomó porque en los últimos días se aumentó la atención de pacientes con síntomas gripales en las unidades de la red básica y en las unidades de atención de urgencias. “Es un hecho que me viene molestando desde finales de la semana pasada, por eso he intensificado el debate con los expertos en los últimos días. Nuestro objetivo aquí es anticiparnos para mantener los números que estamos teniendo este año. No quiero promulgar ninguna medida sin razón. Esto lo hacemos en base a evidencia científica, no es la conjetura del alcalde”, argumentó.
Recordando que la ciudad fue la capital estadual brasileña con más muertos, el alcalde dijo que “Río de Janeiro no es una isla” y que “las restricciones que algunos consideran duras hoy, muy radicales, se están tomando para que no sea necesario tomar decisiones realmente más duras”.