La cantidad de casos de coronavirus en Brasil sigue escalando y lleva a que las camas de CTI en varios hospitales del país estén agotadas, dejando a pacientes en lista de espera para internarse. Entre los expertos en salud y las autoridades locales se afirma que la nueva variante brasileña de coronavirus es en gran parte la culpable del crecimiento exponencial de los últimos días y reclaman a las autoridades nacionales medidas más severas para reducir la movilidad en las ciudades.

La ocupación de camas de CTI está en el peor momento desde que comenzó la pandemia, según un informe del 26 de febrero de la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz), una institución de investigación del Ministerio de Salud brasileño, que recoge CNN en español. Según estos datos, al menos 18 de los 26 estados de Brasil y un distrito federal tienen sus unidades de cuidados intensivos a más de 80% de la capacidad, y nueve de ellos trabajan con 90% de su capacidad límite.

Eduardo Pazuello, ministro de Salud de Brasil, reconoció esta situación cuando se dieron a conocer las cifras y aseguró que las nuevas variantes de coronavirus son responsables del incremento de casos: “El virus con mutación tiene tres veces más capacidad de contagio. Y la velocidad puede sorprender a los gobernadores en cuanto a estructura y apoyo. Esta es la realidad que tenemos hoy en Brasil”.

Según los datos divulgados, Rondônia es el estado con mayor aumento de casos en los últimos días, sus unidades de cuidados intensivos están trabajando al 97,5% de su capacidad. En una situación similar están los estados Rio Grande do Sul con 97,2% de capacidad, seguido de Brasilia con 96,45% de capacidad.

Preocupa particularmente la situación de San Pablo, donde 73,2% de las camas de UCI están ocupadas, incluso las de los hospitales privados más exclusivos, como el Hospital Israelita Albert Einstein, que tiene 100% de sus CTI ocupados.

Ante la gravedad de la situación, el gobernador paulista, João Doria, mantendrá una reunión con los alcaldes de las zonas más afectadas para implementar medidas de contención adicionales, donde se pretende limitar la circulación de personas, particularmente de noche. Incluso se está manejando la posibilidad de suspender las clases presenciales en todos los niveles educativos, según informó Folha de São Paulo.

Además, el gobierno que encabeza Doria, perteneciente al centroderechista Partido de la Social Democracia Brasileña está analizando la compra de 20 millones de dosis de la vacuna rusa Sputnik V, medida que el martes estaba siendo tratada por la Cámara de Diputados local. La compra de vacunas es una preocupación central en varios estados, que ya anunciaron que hará una asociación para comprar inmunizantes en forma conjunta, ante la desidia del gobierno federal respecto del tema.

1% de la población con dos dosis de la vacuna

En el informe elaborado por la Fiocruz también se aborda el tema de las vacunas. En particular, se señala la necesidad de aumentar el ritmo de vacunación contra el coronavirus, ya que, según datos del ministerio, a comienzos de marzo sólo 3% de la población del país ha recibido una dosis de la vacuna y únicamente 1% obtuvo las dos dosis.

Las recomendaciones fueron recogidas por los secretarios de Salud estaduales, que pidieron al gobierno federal que imponga medidas para detener el avance del coronavirus. El Consejo Nacional de Secretarías de Salud de Brasil afirmó en un comunicado que “la ausencia de un enfoque nacional unificado y coherente dificulta la adopción e implementación de medidas calificadas para reducir las interacciones sociales que se intensificaron durante el período electoral, al final del año, las reuniones y festividades de verano y carnaval”.

El viernes Brasil batió un nuevo récord con 8.224 muertes en una semana; en total ya han muerto 254.942 personas vinculadas al virus y lleva acumulados 10,5 millones de casos.