Un grupo de representantes de varias comunidades indígenas de Brasil y Colombia y de ONG internacionales presentaron el 3 de marzo una denuncia en la ciudad de Saint-Etiénne contra la multinacional francesa Grupo Casino, propietaria de supermercados en todo el mundo, por la venta de carne vinculada con la deforestación y la vulneración de los derechos de estas poblaciones.

Según informó El País de Madrid, los denunciantes se amparan en la ley francesa de “diligencia debida”, que señala que las empresas con más de 5.000 empleados deben garantizar que tanto sus filiales como sus empresas subcontratadas no causan violaciones graves contra los derechos humanos y libertades fundamentales, la salud y la seguridad de las personas, así como contra el medioambiente en toda su esfera de influencia.

Los demandantes reclamaron una indemnización a Grupo Casino por los daños ocasionados, que “afectan nuestro sustento, nuestra ancestralidad, nuestra cultura y afecta, sobre todo, la supervivencia de nuestros pueblos indígenas”, indicó Luiz Eloy Terena, líder del pueblo terena de Brasil, en declaraciones recogidas por la agencia francesa AFP durante una conferencia de prensa virtual.

La denuncia se basa en las compras de carne por parte de Casino a los mataderos de la empresa brasileña JBS. El Centro de Análisis de Delitos Climáticos señala que tres mataderos del gigante brasileño se abastecieron de 592 proveedores responsables de al menos 50.000 hectáreas deforestadas entre 2008 y 2020, un área equivalente a cinco veces el tamaño de París.

Otra de las evidencias presentadas por las organizaciones denunciantes asegura que un grupo de granjas de ganado que suministran al supermercado Pão de Açúcar, que pertenece a la filial brasileña de Casino, invadieron y explotaron tierras en el estado brasileño de Rondonia que eran propiedad de los indígenas uru eu wau wau.

“La demanda de carne vacuna por parte de Casino y Pão de Açúcar trae deforestación y acaparamiento de tierras, violencia y el asesinato de líderes indígenas cuando optan por resistir”, afirmó Terena.

En declaraciones a El País de Madrid, un portavoz de Casino dijo que su filial en Brasil “despliega una política sistemática y rigurosa de control del origen de la carne bovina proporcionada por sus proveedores”.

Por su parte, Grupo Éxito, filial colombiana de Casino, dijo al diario El Tiempo de Bogotá que monitorean “el 100% de los terrenos [más de 37.000 hectáreas] de nuestros 39 proveedores, razón por la cual toda la carne que se comercializa en nuestras tiendas proviene de fincas comprometidas con la conservación de los ecosistemas naturales”.

A su vez, plantearon que la carne comercializada en los supermercados de Éxito trae un etiquetado que permite conocer los atributos del producto. Sin embargo, esta etiqueta implica conocer el origen de la carne recién a partir de la fase de engorde, no en las etapas previas de cría de ganado, por lo que, como señala El Tiempo, no se puede asegurar que la carne no provenga de lugares deforestados ilegalmente.

De esta manera, la multinacional francesa será llevada a los tribunales por deforestación y violaciones a los derechos humanos por primera vez en su historia.