Las fuertes inundaciones en la zona este de Australia, las peores en el país en cinco décadas, han provocado la evacuación de más de 18.000 personas y mantienen bajo alerta a unos diez millones.

La Oficina de Meteorología australiana advirtió este lunes que debido al choque de dos grandes masas de agua, buena parte del país permanece bajo alerta meteorológica, y esto continuará durante algunos días.

La zona más afectada es Nueva Gales del Sur, donde a fines de 2019 y principios de 2020 también se produjeron graves incendios que quemaron más de diez millones de hectáreas, afectando a unos 2.500 edificios y unos 500 millones de animales, según los datos de la prensa australiana.

En el área occidental de Sidney, capital de Nueva Gales del Sur, se desbordó la represa Warragamba, que suministra el agua a buena parte de la ciudad.

Rescates

Las inundaciones comenzaron el viernes y desde entonces más de 670 personas tuvieron que ser rescatadas por peligro de vida.

El último caso fue el de dos excursionistas que se encontraban en las Montañas Azules, al oeste de Sidney, que quedaron atrapados allí hasta que personal de la Policía y los Servicios de Emergencia logró rescatarlos, según informó Público.

Debido a las inundaciones, unas 200 escuelas de Nueva Gales del Sur permanecen cerradas, según informó la cadena australiana 7 News.

38 localidades han sido declaradas en situación de “desastre natural”, y varias de ellas han quedado aisladas a raíz de las inundaciones en diferentes rutas.

El primer ministro, Scott Morrison, afirmó a la radio 2GB que hay “helicópteros listos y otras cosas para apoyar en la búsqueda y rescate” de los afectados.