La cumbre de presidentes del Mercosur por el festejo de los 30 años del bloque estuvo marcada por la posición disidente de Brasil y Uruguay sobre la flexibilización. El presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, fue el más duro con las críticas al funcionamiento de la alianza entre países: hay que “avanzar en las negociaciones con otros bloques; no estamos conformes, creemos que es muy bueno iniciar diálogos, sentarse a la mesa, pero la suma de situaciones en las que no catalizan estos acuerdos generan frustraciones”, señaló.
Durante su intervención en la cumbre, que se realizó de manera virtual debido a la pandemia de coronavirus que atraviesa a todos los países de la región, Lacalle Pou llamó la atención sobre la falta de avances en las negociaciones con bloques de países europeos y asiáticos. En particular sobre el europeo, remarcó: “Tenemos una dificultad, se ha trabajado durante muchísimos años y falta camino por recorrer, camino que hoy genera cierto escepticismo, debemos sincerar ese proceso para ver si vamos a llegar a buen puerto”.
Asimismo, comentó que el Mercosur “no ha hecho un avance suficiente” con el bloque asiático, “donde hay muchos productos nuestros que no compiten en igualdad de condiciones con otros bloques que tienen acuerdo con países del Asia”.
Lacalle Pou advirtió que “es el momento de avanzar juntos, obviamente que el Mercosur pesa en el concierto internacional, lo que no puede ser es un lastre. No estamos dispuestos a que sea un corsé en el que nuestro país no se pueda mover, y por eso hemos hablado con todos los presidentes sobre la flexibilización, o distintas velocidades, veamos el concepto, pero Uruguay necesita avanzar, nuestro pueblo nos exige avanzar en el concierto internacional”.
En este sentido, adelantó que presentarán formalmente una propuesta para discutir la flexibilización del bloque: “Uruguay necesita que técnicamente, y sobre todo políticamente, el Mercosur tome una decisión al respecto”. Terminó su intervención señalando que en el contexto actual del mundo “no hay tiempo para grandes diálogos y grandes comisiones, hay que actuar”.
Se sumó a las palabras de otros mandatarios que trajeron a colación el término “pragmatismo” y apuntó: “Librado de ideologías, pensando en la libertad de desarrollo de los pueblos, cuidando el bloque y teniendo como centro una vez más el individuo de cada uno de nuestros países tenemos que trabajar para la prosperidad de nuestras patrias, es con el Mercosur, pero también es con la libertad que nuestro país necesita y merece”.
El cierre de Alberto Fernández en respuesta
El presidente argentino, Alberto Fernández, ejerce la presidencia protémpore del bloque y por eso fue el encargado de abrir y cerrar la jornada. Sus palabras de cierre parecieron estar directamente dirigidas a Lacalle Pou. “Quiero quedarme con la expresión de la mayoría, que es la de seguir encontrando mecanismos para avanzar, de consenso y que todos podamos sentirnos hermanos”.
“Si nos hemos convertido en una carga, lo lamento, no queríamos ser una carga para nadie, porque además una carga es algo que hace que a uno lo tiren de un barco y lo más fácil es bajarse del barco si esa carga pesa mucho. Terminemos con esas ideas que ayudan tan poco a la unidad en un momento donde la unidad tanto nos importa, ¿ok?”, apuntó.
Remató su intervención al decir: “No queremos ser lastre de nadie, si somos un lastre que tomen otro barco, pero lastre no somos de nadie. Para mí es un honor ser parte del Mercosur, es un honor estar trabajando junto a ustedes, tengo la misma esperanza que tuvieron los fundadores del Mercosur de poder avanzar y trabajar conjuntamente, y creo que lo podemos hacer. En circunstancias difíciles, obviamente, condiciones que no son exactamente las mismas, pero respetándonos, respetándonos mucho”.
Previamente, Fernández había opinado que “sería muy difícil tener una mirada idéntica sobre plazos y prioridades de nuestra agenda externa”, por eso entendió pertinente tener “una visión pragmática que nos permita consensuar una agenda común, no en semestres, sino de mediano plazo, que fije prioridades, trascienda las urgencias políticas, y esté profundamente anclada en una visión de desarrollo de sectores productivos. La inserción del Mercosur en la economía global debe darse en favor de nuestros sectores productivos y no en su contra”.
Estatuto de la ciudadanía del Mercosur
En el marco de los 30 años del bloque se presentó en la cumbre de presidentes el estatuto de ciudadanía del Mercosur. En realidad, en diciembre de 2010 el Mercosur ya había aprobado un plan de acción para concretar su Estatuto de la Ciudadanía en un plazo de diez años, y en esta cumbre se cristalizó.
Los principales objetivos del estatuto son alcanzar entre sus países miembros “una política de libre circulación de personas; la igualdad de derechos civiles, sociales, culturales y económicos; además de la igualdad de condiciones para el acceso al trabajo, a la salud y a la educación”.
Brasil le pidió al bloque “mejores resultados”
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, tuvo una intervención más alineada con la de Lacalle Pou. A su turno dijo que la fórmula del Mercosur “obtuvo buenos resultados en base a la soberanía de los pueblos, hubo crecimiento y ganancias en bienestar de nuestras poblaciones”, pero opinó que “el bloque tiene que adquirir participaciones importantes en los flujos comerciales importantes entre los estados partes”, y que también se debe recuperar los acuerdos multilaterales dentro del bloque y se debe actualizar la tasa de aranceles, como parte de “los procesos de recuperación de nuestro dinamismo”.
Para Bolsonaro es importante que el Mercosur entre en la “cuarta revolución industrial” para apropiarse del “espacio que nos toca en las cadenas internacionales”. En este sentido, pidió “redoblar esfuerzos en las negociaciones externas”: “Queremos celeridad y resultados significativos, concentrarnos en atraer inversiones externas que generen empleo y renta, que nuestras economías participen en las cadenas regionales e internacionales de valor, principalmente en este momento cuando necesitamos superar los grandes daños de la pandemia”.
Según el presidente de Brasil, el Mercosur necesita “ejemplos de resultados concretos con empleo a nuestros ciudadanos, apoyo a nuestros empresarios y mercancías de menor valor y mejor calidad a disposición de los consumidores”.
Agregó que “para llevar a cabo la agenda de modernización del Mercosur es necesario compromiso y cooperación entre los miembros, las diferencias de naturaleza política o económica no tiene que afectar la marcha del proyecto de integración”.
De todas formas, apuntó que “la regla de consenso no puede transformarse en una herramienta de veto o de freno permanente. Brasil desea contar con el apoyo de los demás miembros del bloque para ampliar la red extrarregional, para aportar a la mejora del crecimiento e impulsar un ciclo virtuoso del Mercosur”.
Las opiniones de Chile y Bolivia, los estados asociados
En la cumbre de presidentes también estuvieron presentes los mandatarios de Chile, Sebastián Piñera y de Bolivia, Luis Arce. Ambas intervenciones fueron breves y remarcaron el importante papel del Mercosur en la política internacional de ambos países. Arce insistió en su pedido de que Bolivia sea un estado miembro del bloque, mientras que Piñera enfatizó la necesidad de unir comercialmente a través de América Latina el océano Atlántico con el Pacífico.
Para Piñera es importante avanzar “en mayor integración dentro del continente” y en particular con la Alianza del Pacífico. En el contexto de crisis que atraviesa todo el continente llamó a “la colaboración y unidad”: “Un país sólo podría avanzar más rápido, pero juntos y unidos vamos a llegar más lejos y a avanzar con mayor seguridad”, finalizó.
Propuestas de Alberto Fernández
Al comenzar la jornada el presidente argentino realizó algunas propuestas concretas para que el bloque discuta. Entre ellas, la creación de un “observatorio de la democracia”, algo que calificó como “una herramienta para el fortalecimiento de la gobernanza de las naciones, un esfuerzo común orientado a comprometernos con la protección permanente de la democracia”.
También propuso crear un observatorio para la prevención de la violencia de género en el Mercosur, en el entendido de que la pandemia logró “intensificar y mostrar con mayor claridad las violencias de las que son víctimas mujeres y niñas”.
El tercer observatorio que propuso es el de medioambiente, para “visibilizar los activos ambientales de nuestra región, sostenerlos frente a quienes desconocen el desarrollo sostenido con el que estamos comprometidos”.