Los ex presidentes de Uruguay, José Mujica, y Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, mantuvieron este viernes una conversación virtual de casi dos horas en la que hablaron sobre distintos temas de actualidad, entre ellos la situación de la región.
Tras el encuentro, Lula dijo que Mujica “demuestra una sabiduría extraordinaria” por lo cual pasaría “horas y días” hablando con él. También se refirió al Frente Amplio, de cuyo primer acto masivo se cumplieron ayer 50 años: “es un ejemplo para América Latina”, aseguró.
El expresidente brasileño consideró que es “una necesidad económica, política y sociológica que vuelvan los gobiernos progresistas a América Latina” para que “la gente pueda ser un poco feliz otra vez”.
Por su parte, Mujica consideró que Lula volverá a ser candidato en las elecciones de 2022, ya que él le dijo que se siente “con mucha fuerza” tras las últimas decisiones judiciales y que “va a seguir luchando” por Brasil. Previamente, Lula había dicho a la radio M24, en su primera entrevista internacional en la región, que no tenía definido si sería candidato en esa instancia.
“Yo no tengo esa preocupación ahora, porque no es esa la necesidad prioritaria de Brasil, [el país] precisa que todos los brasileños tengan derecho a su dinero para almorzar, merendar y cenar, y los pequeños empresarios a sobrevivir. Brasil precisa tener una política de inversión para generar empleo; esa es la prioridad, no la elección”, afirmó Lula luego de ser consultado sobre una posible futura candidatura.
Aseguró que en 2022 “la gente va a discutir, mi conciencia está tranquila de que la prioridad en esa instancia son los problemas del pueblo brasileño”.
Lula también habló sobre su período de 580 días en la cárcel, en la que estuvo condenado por corrupción en los casos del tríplex de Guarujá, del sitio de Atibaia y del Instituto Lula, cargos que le fueron levantados a comienzos de marzo luego de que el ministro Edson Fachin, uno de los integrantes del Supremo Tribunal Federal, anulara todas las condenas que pesaban contra el líder del Partido de los Trabajadores y le restaurara todos sus derechos políticos.
“La gente no sobrevive con odio, con rabia. Tengo que olvidar ese momento. Quiero justicia para las personas que me condenaron, para quienes cometieron un error en las denuncias contra mí, y que sean juzgados, quiero un juicio justo para ellos, lo que no tuve”, dijo Lula.
El expresidente repitió lo que había dicho en su primera aparición pública, luego de que le fueron restituidos sus derechos políticos: “El pueblo esta sufriendo mucho más que lo que sufrí yo estando preso. No tengo que pensar en mi problema personal, tengo que pensar mucho en los problemas del pueblo brasileño”.
Sobre la situación actual de Brasil, Lula opinó que “es el resultado del clima político de 2018”, que se dio a partir de “varios sectores de la prensa y de la élite brasileña”, que crearon “un clima negativo contra la política”. “Estamos pagando un accidente que ocurrió en la vida del pueblo brasileño”, agregó.
Con respecto al futuro político del país, afirmó que hay que prepararse para que “la gente pueda creer en la elección de una persona que sea más competente, que le guste más el pueblo, que cuide más de la sociedad brasileña”.
Sobre la región y los partidos de derecha que gobiernan en la mayoría de los países, opinó que es algo “que va a pasar”. “Creo que pasó en todos los países en donde la derecha ganó las elecciones, no hay ningún país donde la derecha haya ganado al que le fuera bien: la economía empeoró, aumentó el hambre, el desempleo, bajaron los salarios”, señaló, y destacó: “Cualquier persona puede tener discordancias con [Michelle] Bachelet, Cristina [Fernández], Tabaré [Vázquez] o Mujica, pero el dato concreto es que no hubo ningún momento en que América Latina tuviera la inclusión social que tuvo en ese período”. “Es una necesidad económica, política, sociológica que los gobiernos progresistas vuelvan al gobierno en América Latina”.