La suspensión de la obligatoriedad de las clases en el país fue cuestionada por el director del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (Ineed) en representación de la oposición, Pablo Caggiani.

“Es un escándalo. El presidente dijo que sólo 2,5% de los casos tiene que ver con la educación, que no es algo significativo. Entonces es inexplicable” que se suspenda la presencialidad obligatoria, dijo a la diaria Caggiani, exconsejero de Educación Inicial y Primaria por el orden docente.

Recordó que en sus informes el Grupo Asesor Científico Honorario (GACH) ha planteado “que la educación primaria e inicial debe permanecer abierta”. Para Caggiani, el gobierno continúa sin atender el pedido de los actores educativos “que reclaman que se invierta más para una presencialidad segura”. 

El jerarca recordó que en el último informe del GACH se sostiene: “El análisis riesgo-beneficio permite afirmar que el reinicio escolar con clases presenciales debe ser considerado una prioridad por todos los países; constituye la primera actividad a retomar y la última en limitar”.

“En el cierre de escuelas hay efectos sobre el aprendizaje. Además, se afecta el derecho de los sectores más vulnerables, que son los que dejan de asistir, dejando a la intemperie el esfuerzo de los docentes para que los niños estén en clase. Esto genera más desigualdad y mayores brechas en la enseñanza”, dijo Caggiani. En esa línea, señaló que el año pasado, mientras “había presencialidad plena en la educación privada, en las escuelas del quintil 1 [el 20% de la población de menores ingresos] hubo 12% menos de asistencia”.

Otra de las consecuencias que mencionó es que se generan “problemas en los cuidados” en las familias, cuando niños y adolescentes no pueden asistir a a clases. Esto, por ejemplo, provoca que un adolescente deba cuidar a sus hermanos más chicos, y “luego de eso, el retorno al sistema es mucho más difícil”.

Críticas desde el Frente Amplio

En tanto, otros actores del Frente Amplio cuestionaron las medidas anunciadas por Lacalle Pou. El senador del Movimiento de Participación Popular Alejandro Sánchez sostuvo que el gobierno “insiste con las mismas y débiles herramientas para restringir la movilidad” y afirmó que la “‘libertad responsable’ es un eufemismo para no asumir la responsabilidad de gobernar”.

En tanto, su par Óscar Andrade, del Partido Comunista, dijo que lo dicho por Lacalle Pou de que cada uno maneje “su perilla” parece más un “sálvese quien pueda que una salida pensada desde la solidaridad”.

El diputado José Carlos Mahía criticó la conferencia de prensa para anunciar algo que podría haber sido “un comunicado de prensa o un tweet del ministro Salinas”. Además, opinó que “la gravedad de la situación exigía medidas alineadas con el GACH”.

Por otra parte el socialista Gonzalo Civila opinó en la red social que la frase “Cada cual ajusta su perilla” es “el resumen perfecto de la ideología del Presidente. E insiste con eso en pleno pico de la pandemia”. El también socialista Daniel Olesker tomó esas palabras y reafirmó: “Ni una medida; ni un peso para los que la están pasando mal; que cada uno se la arregle como pueda; la culpa de la situación la tienen otros. Que terrible”.

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