La población peruana espera que los intensos e inestables últimos cinco años de vida política encuentren estabilidad luego de las elecciones presidenciales que se realizarán el 11 de abril.
Sin embargo, la gran cantidad de candidatos y el hecho de que ninguno supere los 15 puntos de intención de voto parecen demostrar que en el país domina la indecisión, en un momento en que el manejo de la pandemia de covid-19, la economía y el combate a la corrupción política se presentan como los principales temas de la agenda.
Tras el debate presidencial celebrado el domingo, se publicaron nuevas encuestas de intención de voto y quedaron claras dos cosas: la alta cantidad de votos en blanco y anulados (en torno a 15%) que se esperan y que buena parte de la población (12%) aún no sabe qué votará.
En este panorama, quien se posiciona en el primer lugar es Yonhy Lescano, postulante del partido centroderechista Acción Popular, con una intención de voto de entre 12% y 15% según la mayoría de las encuestas. El abogado de 62 años busca que su partido regrese al poder a través de elecciones luego de 36 años, cuando Fernando Belaúnde Terry, que era el último mandatario democrático previo al golpe de Estado de Juan Velasco Alvarado, también se convirtió en el nuevo de la era posdictadura.
En segundo lugar en intención de voto aparece el exfutbolista George Forsyth, con una intención que va de 8% a 12%. Tras atajar en la selección de Perú y dejar el fútbol en 2016, Forsyth se dedicó a la vida política y en 2018 fue electo alcalde de La Victoria. Ahora busca acceder a la presidencia como candidato del partido conservador liberal Victoria Nacional.
Del tercer al quinto lugar hay muy pocos puntos de diferencia y a lo largo de los meses las posiciones han ido variando, y con entre 5% y 8% se encuentran la derechista Keiko Fujimori (hija del expresidente Alberto Fujimori), el populista conservador Rafael López Aliaga y la izquierdista Verónika Mendoza.
Lejos de estos cinco candidatos aparece el expresidente Ollanta Humala, que intenta volver al poder, pero no alcanza una intención de voto de 3%, según las encuestas.
En las últimas elecciones presidenciales realizadas en Perú, en 2016, fue electo presidente Pedro Pablo Kuczynski. Desde entonces y en los últimos cinco años, fue encarcelado Humala, fue detenido en Estados Unidos el también expresidente Alejandro Toledo, Kuczynski renunció ante un inminente juicio político del Congreso y fue sucedido por Martín Vizcarra, se suicidó el también exmandatario Alan García, Kuczynski pasó a cumplir arresto domiciliario, Vizcarra fue destituido por el Congreso, asumió Manuel Merino, quien renunció apenas cinco días después debido a las protestas en su contra, y tomó su lugar el actual mandatario, Francisco Sagasti.
Todos estos hechos tienen una palabra en común: corrupción. La mayoría de los políticos mencionados en el párrafo anterior fueron procesados o condenados por algún tipo de vínculo con el caso Lava Jato y la empresa brasileña Odebrecht.
Pero el manto de la corrupción no se tiende sólo sobre los expresidentes, ya que algunos candidatos actuales también tienen acusaciones en su contra. Cuando era diputado, Lescano fue denunciado por presunto acoso sexual contra una periodista y suspendido del Parlamento por tres meses.
Entre 2018 y 2020, Keiko Fujimori salió y entró de la cárcel repetidas veces, también por un vínculo con Odebrecht y presunto lavado de activos. López Aliaga fue investigado por presunta evasión de impuestos con sus empresas en 2001 y por su aparición en los Panama Papers en 2016.
En el caso de Forsyth, durante las protestas contra Merino, en noviembre de 2020, se difundió un supuesto video de Anonymous que lo señalaba como el único político “limpio” de Perú, pero luego la organización hacker afirmó que no apoyaba a ningún candidato y acusó al exfutbolista de haber creado y difundido él mismo el video.
Uno de los temas centrales de la campaña electoral gira en torno a la pandemia de coronavirus.
El gobierno peruano administró hasta el momento unas 690.000 dosis de vacunas contra la covid-19 desde febrero, lo que significa que sólo 2,09 % de la población recibió al menos una dosis.
En este sentido, Lescano planteó que reclamaría la suspensión de las patentes de vacunas para que estas puedan ser fabricadas en Perú. En tanto, Forsyth sostuvo que su gobierno llevaría a cabo un plan para que antes de fin de año 100% de la población peruana esté vacunada.
Los primeros casos de coronavirus en Perú fueron detectados a principios de marzo de 2020. Desde entonces cerca de un millón y medio de personas contrajeron el virus y más de 50.000 murieron a causa de la enfermedad.